Mujica expresa respaldo al Gobierno de Rafael Correa en su visita a Ecuador

AGENCIA EFE 16/11/2010 16:36

En la ciudad ecuatoriana de Guayaquil, el mandatario uruguayo respaldó la gestión de Correa, al señalar que "si una mayoría elige un Gobierno, hay que respetarlo", al tiempo que rechazó la protesta policial del 30 de septiembre, que el Ejecutivo ecuatoriano ha calificado como un intento de golpe de Estado.

Este martes, los dos gobernantes también suscribieron cuatro convenios de cooperación, visitaron un proyecto de vivienda social y hasta tuvieron tiempo para disertar sobre la esencia del socialismo.

También trataron el futuro de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y sobre quién debería reemplazar al fallecido ex mandatario argentino Néstor Kirchner como secretario general, según la agencia pública de noticias Andes.

"Tendremos que seguir haciendo consultas, todavía no hay un consenso, estamos tan solo haciendo una lluvia de ideas, eso conversamos con Pepe (Mujica)", señaló Correa a la prensa.

Entre los mencionados por Correa están el actual presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula Da Silva, y el ex mandatario uruguayo Tabaré Vázquez, aunque en la lista hay muchos ex gobernantes de la región, aclaró.

Mujica arribó anoche a la ciudad costera de Guayaquil, en lugar de ir a Quito, ya que al estar a 2.800 metros de altura la capital ecuatoriana, la escasez de oxígeno puede afectar la salud del mandatario.

Los dos presidentes cumplieron hoy una apretada agenda que inició con la colocación de una ofrenda floral en el monumento a Simón Bolívar y José de San Martín, en el centro guayaquileño.

Asimismo, pasearon por el Malecón 2000 de la localidad y visitaron el populoso barrio de La Prosperina, donde se levanta un ambicioso proyecto de vivienda impulsado por el Gobierno.

Para Mujica, "el objetivo principal es la justicia social, que no existan tantas diferencias entre los hombres. Se debe tender la mano al amigo que va quedando a un costado del camino, para que se incorpore a los beneficios de la socialización" y por ello felicitó la iniciativa habitacional.

"Me llevo una cosa muy cálida, no me llevaron a las casas que se abren con tarjeta, es un barrio muy parecido donde yo nací (El Cerro, en Montevideo). Me siento totalmente identificado", comentó.

Después de las visitas, los jefes de Estado suscribieron cuatro acuerdos de cooperación, en materia militar, energética, postal y de planeamiento económico.

El convenio de defensa, según la prensa oficial, permitirá el intercambio de instructores y estudiantes, y su participación en cursos y seminarios, conferencias y debates en entidades militares.

El contrato energético se llevó a cabo entre la estatal Petroecuador y la Administración de Combustibles, Alcoholes y Portland uruguaya para el intercambio de crudo ecuatoriano por derivados entregados por Uruguay.

Los presidentes, ambos de izquierda, también hablaron de política y Mujica expresó que el socialismo es diferente en cada país, "pues todos son productos culturales de cada nación, productos de la historia".

Esa opinión provocó los aplausos de quienes le rodeaban y del propio Correa, quien dijo a la prensa que lo que los países comparten son "los principios del socialismo", pero que cada nación los aplica de forma diferente.

Mujica, además, recordó su paso por la guerrilla Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros -que le llevó a estar encarcelado más de trece años, la mayor parte durante la dictadura que gobernó Uruguay de 1973 a 1985-. "Por soñar nos molieron el lomo a palos, pero seguimos manteniendo el sueño, lo imposible cuesta un poco más", aseguró.

A la par, el ministro de Exteriores de Uruguay, Luis Almagro, y el canciller ecuatoriano, Ricardo Patiño, mantuvieron una reunión para establecer mecanismos de monitoreo y seguimiento para cumplir los acuerdos bilaterales.

Para Almagro, lo fundamental "es la intención de sacar de la tinta todo lo acordado y poder operativizar los convenios firmados" entre ambos países para dar "un nuevo impulso a las relaciones".

La visita de Mujica terminó con un encuentro con líderes campesinos en el Banco Central y con la entrega de las llaves de la ciudad que el alcalde de Guayaquil, Jaime Nebot, realizó al mandatario uruguayo.