El encuentro se celebró en el Parador de Alarcón (Cuenca) en la más absoluta discreción y se prolongó varias horas, con el fin de poder hablar con tranquilidad y serenamente de las últimas informaciones relativas al 'caso Gürtel'.
Desde el PP valenciano encuadran esta reunión en las citas habituales que ambos dirigentes populares celebran una vez al mes. Es más, subrayan que el encuentro no tuvo carácter privado sino que se celebró en el restaurante del Parador a la vista del resto de los comensales.
Camps, que este miércoles no acudió a la segunda jornada del Debate de Polícia General en las Corts, llegó con tres cuartos de hora de retraso al acto de apertura e la exposición 'Visión de España' de Joaquín Sorolla en el Centro Cultural Bancaja, al que tenía previsto acudir a las ocho de la tarde y al que finalmente no llegó hasta las 20.45 horas.
A la salida de la exposición de Sorolla, Camps fue preguntado por los periodistas por el contenido de la reunión con Rajoy, aunque eludió dar una respuesta sobre la misma y se limitó a indicar que estaba muy contento de que el piloto asturiano de Fórmula 1 Fernando Alonso haya fichado por la escudería Ferrari.
Malestar en el PP
Los últimos datos del caso Gürtel recogidos en el informe de la Brigada Policial de Blanqueo han provocado tensión entre la dirección nacional y el PP valenciano. 'Génova', a través de su secretaria general, Dolores de Cospedal, pidió este lunes 'medidas contundentes' al PP valenciano, unas palabras que la mayoría de los dirigentes 'populares' interpretaron como una exigencia de depuración de responsabilidades con dimisiones y ceses.
Sin embargo, Camps no anunció ninguna medida en este sentido durante el debate sobre el estado de la comunidad pese a que los partidos de la oposición exhibieron el informe policial sobre supuesta financiación irregular del PPCV para instarle a asumir responsabilidades políticas y adelantar las elecciones.
Varios dirigentes del PP no han ocultado su malestar y preocupación por este nuevo capitulo de la presunta trama de corrupción que dirigía Francisco Correa y han criticado que, tras las conversaciones publicadas en la prensa entre cargos del partido y el responsable de Orange Market, el presidente de la Generalitat no hubiera adoptado ya medidas contundentes.