Como recuerdo de la amistad que le dispensan los Reyes, Don Juan Carlos entregó a Lula una vista fotográfica de Sao Paulo tomada en 2007 por el artista español José Manuel Ballester, un detalle que el presidente brasileño agradeció mostrando el regalo a los informadores gráficos presentes, que pidieron a ambos que se saludaran para la foto.
"Más que un saludo, un abrazo", fue la respuesta de Lula, que abrazó calurosamente al Rey como simbólico punto final a esta relación de amistad entre jefes de Estado cuando falta menos de un mes para que el mandatario brasileño ceda el testigo a la presidenta electa, Dilma Rousseff.
Han hecho falta ocho meses para poder celebrar esta reunión de despedida, después de una frustrada visita de los Reyes a Brasilia, que iba a tener lugar tras la inauguración del Congreso de la Lengua en Valparaíso y fue suspendida al cancelarse todo el viaje como consecuencia del terremoto de Chile.
La segunda fecha prevista era el próximo domingo, también en Brasilia, pero problemas de agenda de la Presidencia brasileña aconsejaron adelantar el encuentro para aprovechar la coincidencia del Rey y Lula en la Cumbre Iberoamericana de Mar del Plata.