Trabajo sustituye la ayuda de 426 euros a los desempleados por programas de formación

En rueda de prensa, el ministro de Trabajo explicó que este nuevo plan de políticas de empleo incluye un ayuda económica, que no percibirán todos los desempleados y que estará vinculada al nivel de renta y a los cursos de formación.

Además, el nuevo plan de políticas de empleo estará financiado por tres canales.

Así, una parte de la financiación provendrá del ahorro del sistema de bonificaciones que se incluyen en la reforma laboral, mientras que otra parte se conseguirá del montante destinado a las políticas activas de empleo (2.300 millones) que se reorientará a planes de preparación de los desempleados.

Por último, el Gobierno prevé adelantar los fondos que recibe del Fondo Social Europeo, según explicó la secretaria de Estado de Empleo, Mari Luz Rodríguez, presente también en la rueda de prensa junto al ministro.

Rodríguez destacó que el nuevo programa no estará basado tanto en la ayuda económica y sí en la orientación, la re-cualificación de los desempleados y su participación en los procesos de formación.

Es decir, "da la vuelta al enfoque del PRODI", donde lo prioritario era la ayuda económica y luego los procesos de orientación y cualificación.

Además, el Gobierno ha aprobado la entrada a partir de febrero de 1.500 nuevos promotores de empleo, que se unen a los 1.500 que ya existen y que tendrán como objetivo prioritario atender a los parados, sobre todo a aquellos que agoten la protección por desempleo.

Por último, la secretaria general de Empleo indicó que el nuevo programa deberá ser abordado con los agentes sociales y las comunidades autónomas.

En este sentido y preguntado por la posibilidad de que las comunidades autónomas financien parte del programa, el ministro dijo que el Ejecutivo es consciente de sus "dificultades".

El PRODI, según recordó Gómez, era un programa del que se han beneficiado 800.000 personas y que nació en una situación "extraordinaria y excepcional" y en un contexto que está empezando a cambiar y a normalizarse.

Añadió que 2 de cada 3 beneficiaros de este programa provienen del sector de la construcción, del inmobiliario, del servicio a empresas y del comercio.

"La necesidad de transformación es obligada", ya que estos sectores no registrarán un crecimiento del empleo en los próximos años, por lo que sus posibilidades de encontrar trabajo son reducidas, dijo el ministro, quien aseguró que por este motivo, "es prioritario que participen en programas de formación".

Para el ministro, el PRODI "no ha tenido malos frutos", ya que hasta el mes de noviembre había logrado colocar a 360.000 personas. En la actualidad, añadió, hay 150.000 personas recibiendo ayuda de este programa que ha pasado por dos prórrogas.

Por último y preguntado por si el Ejecutivo cree que podrá llegar a un acuerdo con los sindicatos en la reforma de las pensiones, Valeriano Gómez indicó que aunque los márgenes "puedan ser estrechos, siempre existen" y que es labor del Gobierno explorarlos.

"Tenemos la obligación de intentarlo y de provocar un consenso parlamentario y con los interlocutores sociales", dijo el ministro.