La UE no ve novedades en la última carta de Irán y no prevé nuevas reuniones

AGENCIA EFE 11/05/2011 13:44

Así lo ha asegurado hoy su portavoz Maja Kocijancic, tras confirmar que Bruselas ha recibido, después tres meses, una respuesta del principal negociador iraní, Saed Jalilí, a su última propuesta de diálogo.

"Por si sola, la carta de Jalilí no tiene nada nuevo", ha señalado Kocijancic, quien consideró que el contenido de la misiva "no parece justificar un nuevo encuentro", después de la fallida reunión celebrada en Estambul el pasado mes de enero.

La portavoz de Ashton ha expresado además su "sorpresa" ante el hecho de que Teherán hable de un retorno a la mesa negociadora cuando en ningún momento ha contactado con la UE en este sentido.

En cualquier caso, Kocijancic ha explicado que la intención de la diplomacia europea es continuar en contacto con Irán para tratar de retomar el diálogo, que se rompió en Estambul tras meses de gran tensión entre las dos partes.

Jalilí aseguró ayer que Irán está dispuesto a reanudar las conversaciones sobre su programa nuclear con Ashton, que ejerce de portavoz del denominado grupo 5+1, integrado por los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU más Alemania.

Sin embargo, fuentes diplomáticas europeas han dejado claro hoy que la UE ve prematuro pensar en un nuevo encuentro, pues la carta de Jalilí no cambia la situación de bloqueo que se vive desde Estambul.

Ese encuentro, según estas fuentes, causó entre las potencias occidentales un sentimiento de "frustración" que hace que ahora se muestren reacias a volver a sentarse a la mesa de negociación mientras Teherán no ofrezca compromisos concretos.

Mientras tanto, la intención de la UE es seguir trabajando en una doble vía, diplomática por un lado, y revisando continuamente las sanciones que tiene impuestas contra Irán para una eventual ampliación.

Irán rechazó en noviembre 2009 un plan de EEUU, Rusia y el Reino Unido para intercambiar su uranio al 3,5 por ciento por combustible enriquecido al 20 por ciento, que dice necesitar para mantener en marcha su reactor civil en Teherán.

Tres meses después, en febrero de 2010, el presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, anunció que su país había hecho caso omiso a las advertencias internacionales y había comenzado a enriquecer uranio al 20 por ciento por sus propios medios.