La elección de Ballesta, quien este miércoles decía sentirse "absolutamente legitimado", ha sido motivo de crítica por parte de toda la oposición, por lo que no se espera que ningún otro grupo dé apoyo a su designación.
Para que el pleno invistiera a otro candidato, éste tendría que sumar un mínimo de 13 votos favorables por parte de los 25 concejales, y conseguir la mayoría absoluta, cosa que ningún candidato reúne.
El pleno convocado es extraordinario y con carácter de urgencia, lo que implica que los concejales deberán votar el carácter de urgencia; si toda la oposición fuese contraria a ese pleno, bloquearía la investidura hasta la celebración de otro pleno sin el carácter de urgencia.
Fuentes consultadas por Europa Press ya han confirmado que no votaran en contra, ya que esta posibilidad en ningún caso bloquearía la investidura de Ballesta, puesto que se podría convocar extraordinario para un día de la semana que viene, sin carácter de urgencia.
Su nombramiento se produce doce días después de que el ahora presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, renunciara a la alcaldía en un pleno, tras ser investido presidente por el Parlament el domingo 10 de enero.