Alberto Fernández (PP) no cierra la puerta a facilitar la aprobación de los presupuestos de Trias

EUROPA PRESS 05/07/2011 14:12

El líder del PP en el Ayuntamiento de Barcelona, Alberto Fernández Díaz, esperará a saber si los presupuestos del alcalde, Xavier Trias, son "buenos o malos" para posicionarse sobre su propuesta de pactarlos para dos años, con lo que de entrada no cierra la puerta a facilitar su aprobación.

En rueda de prensa, ha avisado este martes de que "si son malos, y para dos años, serán malos al cuadrado", con lo que ha afirmado que el PP estará por políticas serias y con las prioridades, las cifras, el estado económico financiero del consistorio y las previsiones de ingresos sobre la mesa.

"¿Si no tiene los presupuestos cómo puede pedir a la oposición lo que no él sabe?", ha preguntado, y ha reclamado a Trias que empiece a ser claro después de que, además de ofrecer a la oposición pactar las cuentas por dos años, este lunes se declarase abolicionista de la prostitución.

Ha advertido de que si no habla claro deberá decir lo que ya afirmó sobre el consejero de Interior, Felip Puig, de que "tiene más verbo que eficacia", y le ha retado a modificar la ordenanza del civismo para prohibir la prostitución callejera después de que el propio Trias lo rechazara con el ex alcalde Joan Clos y el ex concejal de Seguridad y ahora también ex primer edil, Jordi Hereu.

JEFE DE LA URBANA

En relación al nombramiento del nuevo jefe de la Guardia Urbana, Evelio Vázquez, en sustitución de Xavier Vilaró, Fernández Díaz ha defendido que la policía municipal "no se merecía conocer por la prensa el cese de su jefe", y cree que más que ser de la confianza política de Trias debe caracterizarse por su profesionalidad y eficacia.

El popular ha vuelto a referirse a la polémica por los comentarios de Trias sobre el Espanyol, afirmando que él mismo es un yerno perico de un suegro culé y socio del Barça e ironizando que puede que el suegro lo considere "una desgracia", aunque espera que no, en alusión a lo que dijo Trias.

Ha insistido en que han sido unas "palabras desgraciadas" que el alcalde ya rectificó, y ha resaltado que en ningún caso se trataba de una conversación privada porque estaba siendo grabado para un vídeo.