Areso ha sido preguntado por este asunto durante un desayuno informativo de Nueva Economía Fórum en Madrid. El alcalde ha explicado que en la ciudad puede quedar algún resto del franquismo en edificios del Estado y también algún símbolo "anecdótico" por ejemplo en edificios de viviendas particulares, pero en ningún caso responsabilidad del ayuntamiento, ha defendido.
Ha recordado que el consistorio ya fue denunciado por mantener el paseo Sánchez Mazas en el parque de doña Casilda, denominación en recuerdo al falangista que fue retirada al día siguiente de que se dictara sentencia contra el ayuntamiento. Por eso, ha dicho, la actual denuncia "llega tarde".
Ibon Areso ha asegurado que recibe la noticia "con tranquilidad" porque tanto él como el partido al que pertenece, el PNV, son "poco sospechosos" de querer mantener símbolos del franquismo, y además ha asegurado que existe una Ley de Memoria Histórica a la que atenerse. "Y no solemos ser insumisos, cumplimos la ley", ha zanjado.
38 ALCALDES
El abogado especializado en Derechos Humanos, Eduardo Ranz, ha presentado una denuncia contra 38 alcaldes españoles, entre ellos la regidora de Madrid Ana Botella, por un supuesto delito de desobediencia que habrían cometido al vulnerar la Ley de Memoria Histórica, que obliga a las Administraciones a retirar la simbología franquista.
La denuncia se interpuso ayer en los Juzgados de Plaza Castilla de Madrid coincidiendo con el aniversario de la proclamación de la Primera República e incluye a los regidores de otras ciudades como Huelva, Zaragoza, Vigo, Córdoba o Salamanca.
El abogado pondrá también los hechos en conocimiento de la Defensora del Pueblo, Soledad Becerril, y del Ministerio de Asuntos Exteriores, a quien trasladará que las embajadas de Bolivia, Panamá y el Consulado de Marruecos exhiben este tipo de símbolos.