El alcalde de Vitoria, Gorka Urtaran (PNV), ha expresado su "respeto" hacia la decisión de las hijas de Jesús Velasco de no acudir al homenaje que celebrará el Ayuntamiento de la capital alavesa al jefe de la Policía foral, asesinado por ETA el 10 de enero de 1980, tras lo que ha reafirmado su compromiso con las víctimas de la banda y de "toda" vulneración de derechos humanos.
Urtaran, en una rueda de prensa, ha informado sobre el homenaje que celebrará el lunes el Ayuntamiento de Vitoria a Velasco, que se inscribe en los actos de memoria impulsados en Euskadi como forma de reparación para las víctimas del terrorismo y de otras formas de violencia, como los abusos cometidos por las fuerzas de seguridad en el contexto de la lucha contra ETA.
Velasco, que era jefe del cuerpo de Miñones (la Policía foral de Álava) fue asesinado en Vitoria por ETA el 10 de enero de 1980. Según un informe del Gobierno vasco que sirve como base para estos homenajes, la banda asesinó a 32 personas en la capital alavesa entre 1960 y 2012. En ese mismo periodo, según el mismo documento, las fuerzas de seguridad acabaron con la vida de diez personas en Vitoria, entre ellas los cinco obreros que murieron por disparos de la Policía el 3 de marzo de 1976.
"EQUIPARACIONES"
Las hijas de Velasco han anunciado que no acudirán a la ceremonia, al considerar que puede dar lugar a "equiparaciones injustas" entre unas y otras formas de violencia.
Urtaran ha expresado su "respeto" hacia esta decisión, y ha trasladado su "apoyo y solidaridad" a la familia del antiguo jefe de los Miñones. De todas formas, ha explicado que el del lunes "es un homenaje a Jesús Velasco, que fue asesinado por ETA".
El alcalde ha reafirmado su compromiso con celebrar actos de memoria por las víctimas de ETA, pero también por el resto de personas que fueron asesinadas por formas de violencia de motivación política.
Urtaran ha recordado que ETA ha asesinado a 32 personas en Vitoria y que las fuerzas de seguridad han acabado con la vida de otras diez personas en la capital alavesa entre 1960 y 2010. Entre ellas, según ha destacado, se encuentran los cinco obreros que murieron por disparos de la Policía en una protesta laboral, en los sucesos del 3 de marzo de 1976.
"Es justo reconocer a todas las víctimas", ha asegurado. Urtaran considera que esto permitirá avanzar "hacia la normalización y la paz".