El Ayatolá Jamenei reitera que no percibe cambios pero deja entornada la puerta a EEUU

EFE 21/03/2009 09:18

En un discurso con motivo del nuevo año persa pronunciado en la ciudad oriental iraní de Mashad, el poderoso clérigo sugirió que en caso de que ese giro se produzca, Teherán responderá de forma positiva.

"No hemos percibido ningún cambio. ¿Qué significa un cambio en vuestra política? ¿Habéis levantado las sanciones? ¿habéis retirado vuestro apoyo al régimen sionista? Decidnos qué habéis variado. El cambio de tono es insuficiente", advirtió Jamenei, citado por la televisión estatal.

Pese a la crítica, la máxima autoridad iraní dejó entornada la puerta a un futuro acercamiento con EEUU.

"Carecemos de experiencia con la nueva Administración norteamericana y con su nuevo presidente. Observaremos y decidiremos. Si vosotros cambiáis de actitud, nosotros cambiaremos la nuestra", anotó.

El viernes, en un nuevo gesto hacia Irán, la Casa Blanca distribuyó un vídeo dirigido al pueblo iraní y subtitulado en persa en el que Obama propone acabar con treinta años de enfrentamiento, siempre y cuando Teherán abandone la política de las amenazas.

Jamenei reiteró hoy que ese cambio ha de ser sustancial e insinuó que Washington debe disculparse por lo que Teherán considera "sus errores y conspiraciones del pasado".

"EEUU ha insultado a la nación iraní y amenazado a nuestro país con acciones bélicas bajo varios pretextos, pero no podrán intimidarnos", agregó.

Después, endureció su discurso y denunció que los gobiernos estadounidenses precedentes "han aleccionado a distintos grupos anti-iraníes en diversos puntos del país para que provocaran acciones subversivas que desestabilizaran el régimen".

Jamenei acusó a la marina estadounidense de haber derribado en 1988 un avión comercial iraní con 290 pasajeros a bordo y de haber apoyado al entonces presidente iraquí, Sadam Husein, en la guerra con Irán (1980-1988).

"Sadam Husein no podría haber atacado Irán si Washington no hubiera dado luz verde", criticó.

Irán y EEUU rompieron sus lazos diplomáticos en abril de 1980, una vez consolidado el triunfo de la revolución islámica que derrocó al último Sha de Persia, el pro occidental Mohamed Reza Pahlevi.

Las raíces del conflicto se remontan, sin embargo, a 1953, fecha en la que un golpe de Estado ejecutado por la CIA e instigado por los servicios secretos británicos acabó con el gobierno democrático del primer ministro Mohamad Mosadegh y devolvió el poder absoluto al Sha.

En 2002, las relaciones entre ambos países se deterioraron aún más después de que Washington acusara a Irán de ocultar un programa nuclear paralelo para la adquisición de armamento atómico, alegación que el régimen de los ayatolá niega.

El pasado enero, pocos días después de asumir el cargo, Obama expresó su deseo de darle un golpe de timón a la política con Irán e iniciar un nuevo capítulo, si Teherán abría el puño.

Desde entonces, dos han sido los gestos de la Casa Blanca, que no ha descartado, no obstante, ninguna otra opción.

A principios de marzo, la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, invitó a Irán a participar en la cumbre internacional sobre Afganistán que se celebrará a finales de mes en Europa.

El viernes y en una iniciativa sorprendente, Obama envió el citado mensaje al pueblo iraní con motivo del nuevo año persa o "Noruz".

La respuesta de Irán ha sido la misma desde el principio, aunque en los últimos días comienzan a percibirse algunos resquicios en el discurso político que antes estaban soterrados en el debate interno del régimen.

Diversos responsables iraníes han admitido que el régimen estudia de verdad las propuestas de EEUU y que como primer paso podría asistir a la cumbre sobre Afganistán.