Buch culpa a los invitados a los Premios Princesa de Girona que fueron acosados por “no utilizar los autobuses”

  • El consejero de Interior de Cataluña ha dicho que la concentración de los independentistas fue "pacífica y cívica"

  • Miquel Buch ha señalado que quienes tuvieron dificultades para acceder fue porque no utilizaron los autobuses disponibles

  • El Partido Popular acusa a Pedro Sánchez de inacción

El consejero de Interior catalán ha justificado los momentos de tensión que se vivieron ayer en el acceso a los Premios Princesa de Girona. Miquel Buch ha señalado que algunos invitados tuvieron “dificultades para acceder” al Palacio de Congresos porque no usaron los autobuses que la organización del evento había puesto a disposición de los asistentes.

Ha destacado en una rueda de prensa junto al secretario general de Interior y al director general de los Mossos d’Esquadra que la concentración que organizaron los radicales para intentar boicotear el acto de los reyes fue “pacífica y cívica” y que no hubo “ningún incidente grave”. En este sentido ha alabado la actuación del dispositivo policial, que garantizaron “todos los derechos de manifestantes y asistentes”.

Buch ha explicado que la organización había preparado una treintena de autobuses para los invitados, de los que solo se usaron unos diez. Quienes sí los utilizaron accedieron con “absoluta normalidad” y asegura que fueron la mayoría.

No pensarán lo mismo quienes sufrieron el acoso independentista a las puertas del Palacio de Congresos. Como Josep Bou, líder del Partido Popular en el Ayuntamiento, que fue increpado, insultado e incluso le escupieron. A gritos de “fascista” y “provocador”, el concejal tuvo que acceder al evento por otra puerta. Otro de los acosados fue uno de los más importantes fabricantes de calzado del país, Antoni Castañer, a quien empujaron varias veces. El fundador de Sociedad Civil Catalana, Josep Ramón Bosch, aguantó las actitudes de los radicales.

Por su parte, Meritxell Budó, portavoz de la Generalitat de Cataluña, ha asegurado que no hubo ninguna agresión, solo “quizás algún silbido o alguna palabra fuera de sitio…”. Para Marlaska sí hubo gente que fue agredida y “no puede ampararse nunca ni directa ni indirectamente la violencia”.

Los miles de manifestantes que se concentraron a la puertas del Palacio de Congresos llegaron a quemar retratos del rey, banderas de España y cartas de la baraja española con la figura del rey boca abajo. Pablo Casado ha acusado a Sánchez de inacción.