En declaraciones en los pasillos del Congreso, Campuzano se ha remitido a lo afirmado por el portavoz adjunto de CiU en la Cámara, su compañero convergente Pere Macias, quien ha admitido la existencia de una "crisis" en la federación nacionalista pero ha mostrado su confianza en que pueda reconducirse.
"No queremos añadir más dolor y confusión", ha comentado Campuzano ante la insistencia de los periodistas que le preguntaban por este tema. Lo único que ha apuntado es que, al contrario de lo que ha planteado Unió, las reuniones del grupo parlamentario deben mantenerse: "Hay que trabajar mucho. Nos queda un año de legislatura", ha argumentado.
Tampoco ha querido hablar sobre este asunto Josep Sánchez Llibre, 'mano derecha' del secretario general de Unió y portavoz parlamentario, Josep Antoni Duran i Lleida: "Está todo dicho. Sin comentarios. Vamos a hacer política que es de lo que se trata y lo que estamos haciendo aquí", se ha limitado a decir.