Las imágenes facilitadas por Interior muestran a uno de los yihadistas que salieron desde Ceuta para cometer un atentado, en lo que se conoce como 'testamento vital'. El terrorista se despide, se monta en un camión todoterreno y, poco después, asistimos a su inmolación.
Fue el 1 de junio del año pasado en el campamento de Al-Nairab, en Siria, un foco especialmente atractivo ahora mismo para esta gente profundamente ideologizada.
"Que no estamos hablando de combatientes o de soldados de uno u otro bando, sino de militantes yihadistas que van allí a cometer atentados. Pero que van allí como podrían ir a cualquier otro lado si en otro lado hubiera conflicto", ha segurado el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz.
Fernández ha alertado sobre el retorno de estos terroristas a sus países de origen en Europa: "Estas personas adquieren grandes conocimientos que son, evidentemente, una amenaza real y grave para nuestra seguridad".
De ahí la importancia de este tipo de operaciones. En este caso, tras tres años de investigación ha quedado completamente desarticulada la red, que tenía preparada una nueva remesa de potenciales terroristas para enviar, vía Turquía, a las zonas que controla la matriz de Al-Qaeda.