Como consecuencia de estas detenciones, la Guardia Civil está llevando a cabo registros en sus domicilios para recopilar evidencias de su intensa actividad en Internet y en las redes sociales, donde mantenían multitud de contactos con individuos tanto dentro como fuera de España.
Los dos arrestados tenían especial precaución con la seguridad, al usar numerosas líneas telefónicas, algunas de ellas, probablemente, obtenidas utilizando identidades falsas.
Los detenidos eran miembros de un grupo estable de apoyo al grupo terrorista Daesh y habrían colaborado a la financiación del grupo mediante actividades delictivas relacionadas con el tráfico de drogas y delitos contra el patrimonio.
Según los investigadores, como resultado de su actividad de difusión del ideario yihadista en la red, los detenidos habían conseguido captar ya a varias personas que estaban plenamente convencidas de viajar a zona de conflicto para integrarse en los grupos terroristas que allí operan.
También creen que los propios miembros del grupo desarticulado habían dejado patente en redes sociales, de forma reiterada, su disposición a unirse a las filas de DAESH en Siria.
Desde 2015, año en el que el Ministerio del Interior elevó a 4 el Nivel de Alerta Antiterrorista (NAA-4), las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad han detenido a un total de 185 yihadistas.