La ponencia de Paz y Convivencia quedó este miércoles paralizada hasta el 13 de septiembre debido a las discrepancias existentes entre sus integrantes, PNV, PSE y EH Bildu.
En una entrevista en Onda Vasca, recogida por Europa Press, Arzuaga ha admitido que, aunque la coalición soberanista era "consciente" de que "la cosa no iba con todo el ritmo deseado", la posterior comparecencia del representante socialista en la ponencia "fue una sorpresa" porque "no reflejaba para nada el tenor de la reunión de unos minutos antes".
En su opinión, la comparecencia de Ares, durante la que "lanzó acusaciones inflamadas", fue "absolutamente desacorde" con el encuentro, en el que "no nos las había transmitido". "No hizo ese trabajo pedagógico previo y se lanzó a los medios con un mensaje de que la ponencia está en una situación de UVI o respiración asistida", ha dicho.
Según Arzuaga, durante las dos primeras reuniones, de las cuatro totales mantenidas, se contrastaron impresiones sobre el "suelo ético, a ver cuánto se compartía, en cuánto había discrepancia, a ver si servía para avanzar".
Un posterior encuentro sirvió para establecer "cómo organizar los trabajos en tres ámbitos, pasado, presente y futuro", para establecer comparecencias, que se iniciaron con la de Jonan Fernández.
CASILLA DE SALIDA
A su juicio, "el PSE se retrotrae siempre a esa casilla de partida, el suelo ético" que constituye "un bucle continuo". Según ha considerado, "cualquiera que sepa jugar al parchís sabe que dejarse comer las fichas para volver a la casilla de salida, no es una táctica demasiado hábil".
EH Bildu considera que "no había ninguna necesidad de parón", sino que "había que avanzar". "Entendíamos que la ponencia debía ser, de alguna manera, para expresarnos, pero también para recibir información. Si iniciamos desde un suelo que era un borrador de partida ir incorporando elementos de tal manera que lleguemos a una nueva síntesis", ha explicado.
En su opinión, la "propia evolución de la ponencia" habría llevado a "una síntesis, a poder ser, por mayoría y si no "acordada por todos los que estamos participando en ella". "A este planteamiento es al que parece que el PSE le tiene vértigo", ha apuntado.
Arzuaga ha admitido en que el "principal escollo" se "quiere poner" en hacer "una lectura compartida del pasado". Ha reconocido que las formaciones parten de "una posiciones diversas" pero ha considerado que se debe "incorporar toda la memoria, toda la fotografía de circunstancias, de consecuencias de hechos dramáticos que han sucedido".
No obstante, cree que también debe acordarse una postura común sobre "lo que es necesario poner en marcha hoy en día, es decir, el presente", y cómo conseguir que "esos hechos del pasado nunca jamás se repitan en el futuro, y de verdad logremos una convivencia en el que todos los proyectos y todas las ideas se puedan desarrollar".