El escándalo de los diputados británicos se cobra otra víctima laborista

AGENCIA EFE 16/05/2009 16:44

David Chaytor fue suspendido del Grupo Parlamentario Laborista después de que el diario "The Daily Telegraph" publicara que solicitó casi 13.000 libras (14.500 euros) del erario público para una hipoteca que ya había pagado en 2004.

No obstante, la suspensión de Chaytor, que representa a la circunscripción de Bury North (norte inglés), queda pendiente del resultado de una investigación para aclarar si abusó del dinero que tiene asignado como parlamentario, precisó un portavoz del 10 de Downing Street, oficina del primer ministro, Gordon Brown.

En declaraciones divulgadas por el periódico, que destapó el escándalo el pasado 8 de mayo, el diputado, que ha prometido devolver el dinero, admitió un "error imperdonable" de contabilidad por el que se disculpó "sin reservas".

El pasado jueves, Elliot Morley, ex secretario de Estado de Agricultura, también fue suspendido del Grupo Parlamentario Laborista tras admitir que pidió 16.000 libras (17.760 euros) a cargo del contribuyente para una hipoteca que ya había liquidado.

Asimismo, el escándalo se cobró este viernes la dimisión el subsecretario de Estado de Justicia Shahid Malik, que queda, sin embargo, pendiente de la conclusión de una investigación sobre su uso del dinero que le corresponde como parlamentario.

Malik, uno de los pocos parlamentarios musulmanes en el Parlamento de Westminster, está acusado de recibir supuestamente trato de favor en el pago del alquiler de una vivienda, lo que quebrantaría el código de conducta de los miembros del Gobierno.

Entretanto, la Policía Metropolitana de Londres y la Fiscalía del Estado (Crown Prosecution Service, CPS) tienen previsto reunirse la próxima semana para analizar si procede abrir una investigación criminal de las alegaciones vertidas por el "Daily Telegraph".

Ambas partes han anunciado la iniciativa tras una semana llena de rumores sobre las dudas acerca de si los abusos de los diputados, moralmente cuestionables, podrían transgredir también la legalidad.

El escándalo ha golpeado a todos los partidos (conviene recordar que un asesor del líder conservador, David Cameron, dimitió hace días de su cargo) pero especialmente al Laborismo, al que un sondeo del diario "The Sun" auguraba ayer un descalabro en las urnas.

Si se celebraran elecciones generales, sólo el 22 por ciento de los encuestados votaría a los laboristas de Brown, frente al 41 que se decantaría por los conservadores de Cameron y el 21 por ciento que daría su apoyo a los liberal-demócratas de Nick Clegg.

Aunque los líderes de los tres principales partidos han pedido disculpas por el mal uso de fondos públicos, el descontento de los británicos no ha dejado de crecer en un momento económicamente complicado para el país por la recesión, que ha causado un aumento del paro y de los embargos de casas por el impago de hipotecas.

En ese marco de dificultad económica, los votantes llevan más de un semana leyendo en el "Daily Telegraph" que algunos de sus "señorías" gastan dinero del erario en comida de perros, jardinería, tampones, pañales y tinte del pelo, entre otros fines.

Tal es el enojo popular, que la mayoría de los británicos quiere un adelanto de las elecciones generales, previstas para junio de 2010, a fin de hacer oír su voz.

Según una encuesta del programa "Daily Politics" de la cadena pública BBC dada hoy a conocer, el 65 por ciento de los 1.011 votantes entrevistados aboga por anticipar los comicios generales.

Además, el estudio demoscópico de la BBC, hecho por la firma ComRes entre el 13 y el 14 de mayo, arroja que el 64 por ciento opina que los diputados implicados en el escándalo deberían ser obligados a abandonar el Parlamento.

Según los expertos, el electorado podría castigar a los tres grandes partidos en las elecciones locales y europeas del próximo 4 de junio, al optar por formaciones marginales como el Partido de los Verdes o el ultraderechista Partido Nacional Británico (BNP).