Con paso firme y rostro pensativo, Artur Mas comunicaba a su equipo la que él define como la decisión más difícil de su trayectoria política, acordada anoche con Jordi Pujol, en la que Pujol renuncia al sueldo y a la oficina a los que tiene derechos como expresidente del Gobierno catalán. Mas ha explicado, en una rueda de prensa posterior a la reunión del Govern, que para él "el dolor es muy grande y siento mucha pena y compasión".
Todos los grupos de la oposición, excepto CIU, han pedido que Pujol comparezca en el Parlament para dar explicaciones sobre las cuentas sin regularizar que su familia tuvo durante más de 30 años en el extranjero, después de que todos los grupos de la oposición hayan firmado una petición de comparecencia que se votará este jueves en una Junta de Portavoces Extraordinaria.