En el caso de Euskadi, el tripartito vasco podría alejarse de la mayoría absoluta -que tampoco ha tenido en esta última legislatura-, con un alza muy significativa de los socialistas y con la ausencia de candidatos de la izquierda abertzale radical por primera vez en unos comicios autonómicos.
Según el último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), el PNV de Juan José Ibarretxe podría sumar entre 26 y 27 escaños, frente a los 29 actuales, en tanto que el PSE de Patxi López pasaría de 18 a 26 diputados.
De confirmarse estos datos, el panorama político del País Vasco podría cambiar sustancialmente a favor de los socialistas, que, de hecho, sólo contemplan el escenario de la victoria de su candidato y el desalojo de los nacionalistas de Ajuria Enea.
En cualquier caso, todos trabajan con el convencimiento de que las alianzas postelectorales serán básicas en este vacilante contexto, incluso aunque no culminen en pactos de gobierno estables.
El PP necesita mayoría absoluta
El caso de Galicia es radicalmente distinto y la mayoría absoluta es fundamental para que el PP recupere el Gobierno de la Xunta si no quiere que continúe el bipartito entre PSdeG y BNG.
Pronosticó el CIS para Galicia un mantenimiento de la situación de la última legislatura, con una victoria del aspirante del PP, Alberto Núñez Feijóo, con 35 ó 36 escaños frente a los 37 actuales, y un repunte del socialista Emilio Pérez Touriño, que lograría subir sus representantes en el Parlamento gallego de 25 a 27.
Así las cosas, PSdeG y BNG podrían mantener holgadamente su gobierno bicolor en esta comunidad.
Habida cuenta de que el número de indecisos en Galicia son casi una cuarta parte del electorado, tanto PP como PSOE han puesto toda la carne en el asador para movilizar a sus respectivos electorados.
Los socialistas han insistido en sus mítines en hacer llamamientos para que nadie se quede sin votar y no han tenido reparos en acusar al PP de jugar con la abstención como la mejor baza para conseguir sus ambiciones de mayoría absoluta.
Hasta ahora la cita con las urnas en la que han participado un mayor porcentaje de vascos han sido las autonómicas de 2001, donde votaron el 78,97 por ciento de los censados entonces. Hace cuatro años, en el 2005, hubo una participación media, ya que se situó en el 68 por ciento.
Los primeros datos
El departamento de Interior del País Vasco ha preparado para la jornada electoral de mañana un plan de recogida de datos y difusión del escrutinio en el que participarán 3.500 personas.
Interior utilizará la red informática y de telecomunicaciones del Gobierno vasco para canalizar la recogida de los resultados de cada mesa electoral, realizar el tratamiento estadístico y proceder a su difusión en tiempo real.
En total, se han confeccionado más de 28 millones de papeletas y 2,4 millones de sobres. Interior ha modificado el tradicional precinto metálico de las urnas por uno de plástico, cuyo cierre y rotura se puede realizar manualmente sin necesidad de herramientas.
El conselleiro de la Presidencia, José Luis Méndez Romeu, responsable del aparato administrativo electoral en Galicia, prevé que a las 22:00 horas de mañana se conozcan los datos provisionales del escrutinio de las 4.140 mesas instaladas en la Comunidad.
El centro de datos estará establecido en el Palacio de Congresos de Santiago de Compostela. Entre las novedades figura la disposición en municipios de más de 24.000 habitantes de sistemas de PDA para transmitir los datos tras el recuento de los votos, lo que ofrecerá una mayor velocidad y la reducción de errores humanos.
Los electores invidentes tendrán también la posibilidad de utilizar "una tecnología novedosa", elaborada y probada en colaboración con la ONCE, para ejercer el derecho a voto en braille y los ciudadanos en general podrán recibir los resultados a través del teléfono móvil.
Los colegios iniciarán el proceso de constitución a las 08:00 horas y deberán estar constituidos a las 08:30 horas, para abrirse a la votación a las 09:00 horas. LA