El presidente del Senado, Pío García-Escudero, ha mostrado su preocupación por las posturas de quienes invocan la superioridad de las ideas políticas para considerar la ley como "un mero obstáculo que se puede saltar alegremente" o a "la torera". En este sentido, ha afirmado que tanto la política como la ley son "dos caras de la misma moneda" y la democracia reside en su "equilibrio y complementariedad".
El presidente de la Cámara Alta se ha pronunciado así en pleno debate sobre la consulta y la situación política en Cataluña, aunque sin citarlo expresamente, durante la clausura de los premios 'Iurisgama' y 'Montero Ríos' concedidos por la Asociación de Juristas Gallegos a Francisco Puy Muñoz y a Ramón López Vilas, respectivamente.
Poco antes, el fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce, ha defendido "en estos tiempos recios" el "imperio de la ley, sustentada en una interpretación de la realidad social" pero que permite a "todos los españoles vivir en paz, en libertad y en igualdad".
García-Escudero ha querido abundar en las palabras del máximo responsable del Ministerio Público para hacer una reflexión sobre la importancia del Derecho y la Política en una democracia. "No pueden separarse pero tampoco pueden mezclarse", ha remachado.
"Si en favor de la política, sacrificarámos el Derecho, estaríamos abriendo la puerta a la arbitrariedad y al abuso del poder", ha advertido García-Escudero, para añadir que tampoco se puede "sacrificar" el Derecho sobre la Política porque "acabaríamos por ser inoperantes para dar respuesta a los problemas y las necesidades de nuestros convecinos".
SALIRSE DE LA CONSTITUCIÓN, ES PONER TRABAS A LA DEMOCRACIA
A su juicio, una comunidad precisa para vivir de forma "armónica" de la seguridad que proporciona el Derecho y de la iniciativa que aporta la política. "Me parecen profundamente equivocados los planteamientos de aquellos que se empeñan en situar la política y el Derecho como dos conceptos antitéticos porque no pueden serlo", ha remachado.
En este contexto, ha subrayado que los españoles se "vacunaron" en 1978 ante "peligros" como el "uso perverso" de la política a costa del Derecho. "Eso era algo que ni ahora ni nunca deberíamos echar en el olvido", ha apostillado.
El presidente del Senado ha puesto de relieve que salirse del cauce jurídico que proporciona la Carta Magna es "sencillamente salirse de la democracia y ponerle trabas a todo lo que es propio y característico" de ella.
"Nuestra Constitución proclama que el España es un Estado social y democrático de Derecho, es decir, lo que no hace es petrificar el marco jurídico, todo lo contrario lo asegura y al mismo tiempo dota de los procedimientos necesarios para evaluar el ritmo de las necesidades sociales", ha concluido.