El que fuera juez estrella de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón ha asegurado este jueves respecto a su contratación como abogado por parte de la Banca Privada de Andorra (BPA) para desbloquear las cuentas del venezolano Diego Salazar, congeladas por orden de una juez andorrano, que mantiene en su profesión "un código ético muy estricto" y "unos límites infranqueables".
"Trabajo de forma absolutamente transparente e impoluta", ha añadido durante la presentación ante los medios de comunicación de su libro 'El Fango', en el que realiza una crónica sobre 40 años de corrupción en España. Garzón ha añadido que la magistrado encargada de la investigación sobre estos depósitos decretó el levantamiento del bloqueo lo que suele hacerse "cuando no hay indicios delictivos".
Por otra parte, el exjuez ha acusado al PP de "entorpecer" la instrucción de la trama Gürtel y ha asegurado que es "mentira" que Esperanza Aguirre, destapara las actividades de la red, como aseguró en una intervención en la Asamblea de Madrid en abril de 2010. En su opinión "algunos responsables del partido" han mantenido una posición "claramente beligerante y destructiva".
Garzón, que ha recordado que la investigación ha sufrido "incidencias", como su propio enjuiciamiento por la intervención de las comunicaciones de algunos de los acusados con sus clientes en prisión, ha agregado que el papel jugado por el partido ha sido "contrario" al que deben tener las formaciones: "ayudar y cooperar con la administración de Justicia". "Se negaron sistemáticamente a hacerlo, hubo una clara descalificación y persecución de jueces, policías, fiscales, de todos aquellos que decían que había hechos delictivos", ha agregado.
El que fuera titular del Juzgado Central de Instrucción número 5 ha destacado que esa manera de proceder "no construye sociedad" y que la gente necesita "confianza en sus políticos". "Si algo se ha hecho mal nadie es tan importante en esta vida como para que no se le pueda remover", ha añadido.
Se ha referido también al juez Pablo Ruz y ha criticado su salida de la Audiencia Nacional que se produce, ha dicho, en un momento que la sociedad no entiende. "A veces los medios personales se ofrecen para remover a gente", ha indicado y ha añadido que el mayor aporte de plazas de jueces de los últimos años se ha producido cuando "un juez estaba incidiendo en la investigación en una línea determinada".
El libro, editado por Debate, realiza un "recorrido necesario por 40 años de corrupción en España", analizando los casos que más impacto social tuvieron en su momento y en muchos de los cuales Garzón intervino directamente como juez instructor. Entre otros asuntos el libro analiza lo ocurrido con los casos Juan Guerra, GAL, Roldán, Gürtel, Nóos, Matas o Pujol.
En estos capítulos Garzón no cita expresamente a ningún cargo del PP excepto a la expresidenta de la Comunidad de Madrid Esperanza Aguirre, de quien recalca su papel de "permanente incógnita en todas las tramas y a quien cita la Fiscalía, pues dirigía el Gobierno que más contratos adjudicó a la trama corrupta".
El exjuez ha hecho también referencia a las declaraciones del ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz sobre la vinculación de una fundación independentista catalana con mulsumanes extremistas. "En la lucha contra el yihadismo lo menos que hay que hacer es política", ha indicado y ha defendido el apoyo a los jueces y fiscales y "la reserva en la instrucción" como vías para combatir el fenómeno.