El Gobierno autoproclamdo en Trípoli se plantea declarar "persona non grata" a Bernardino León

Reuters/EP 25/11/2014 16:35

El país norteafricano tiene dos gobiernos desde agosto, cuando grupos armados se hicieron con el control de la capital y forzaron el traslado del Parlamento y la administración elegida en los comicios de junio unos 1.000 kilómetros al este, a Tobruk.

La administración autoproclamada en Trípoli, liderada por Omar al Hassi, no cuenta con el reconocimiento internacional pero sí controla ministerios, aeropuertos, instalaciones petroleras y gran parte del centro y el oeste del país.

En septiembre, León lanzó un proceso de diálogo para intentar que las partes en conflicto acercasen posturas y avanzar hacia un alto el fuego que, por el momento, parece lejano. El Gobierno 'de facto' en Trípoli le exige que reconozca un fallo del Tribunal Supremo en el que se declaraban inconstitucionales las últimas elecciones.

El ministro de Exteriores de la administración con sede en la capital, Mohamed al Ghirani, ha asegurado en una entrevista a Reuters que León "podría ser declarado persona non grata" y tener "prohibida" la entrada en Libia por sus supuestas "inclinaciones" hacia el Gobierno del este.

En este sentido, Al Ghirani ha subrayado que su gabinete no ha efectuado ninguna presión a los magistrados del Supremo y que, por tanto, la sentencia es válida y de inmediata implicación.

DIÁLOGO

En el diálogo impulsado por León e iniciado en la ciudad de Ghadames, en el sur de Libia, han participado miembros del Parlamento elegido en junio y diputados de Misrata que habían boicoteado las sesiones. No se ha sumado ningún representante de los grupos armados que, 'de facto', controlan gran parte del país desde el fin del régimen de Muamar Gadafi en 2011.

El enviado especial de la ONU también se ha reunido con el presidente del Congreso General Nacional, el Parlamento previo a los últimos comicios y recuperado por la administración de Trípoli como contrapeso al instalado en la ciudad de Tobruk.

Frente a las críticas por la inseguridad del país, Al Ghirani ha alegado que "la situación en Trípoli es totalmente normal" y ha puesto como ejemplo el ajetreo fuera de sus oficinas.

Sin embargo, la mayoría de países occidentales y árabes han evacuado al personal de sus embajadas de la capital como medida de seguridad. Otros, como Italia, mantienen una pequeña delegación pero se niegan a reunirse con el Gobierno autoproclamado, "aunque estos encuentros no se hagan de forma oficial", según el ministro.