Granados dice que el 'Tamayazo' fue una "traición" interna de PSOE y cree sin dudar en la inocencia de Romero de Tejada

EUROPA PRESS 08/06/2013 12:24

El diputado popular y expresidente de la Comisión de Investigación del 'Tamayazo' que se celebró en la Asamblea de Madrid el verano de 2003, Francisco Granados, asegura que el origen de lo vivido el 10 de junio de hace diez años en el Parlamento regional fue una "traición" dentro del PSOE, y rechaza las acusaciones que vinculan al PP y al secretario general de entonces, Ricardo Romero de Tejada, con lo sucedido, hasta el punto que defiende "absolutamente" su inocencia.

En una entrevista concedida a Europa Press con motivo del décimo aniversario del 'Tamayazo', la decisión de dos diputados socialistas 'Renovadores por la base', Eduardo Tamayo y Teresa Sáez, de no acudir a la sesión constitutiva de la Asamblea de Madrid tras las elecciones de 2003 impidiendo que Rafael Simancas se convirtiera en presidente de la Comunidad, Granados destaca que "lo que es evidente" después de este tiempo es que la "razón fundamental del problema era el núcleo interno del PSOE".

"Dos señores que van en las listas del PSOE que deciden traicionar a los votantes del PSOE y abandonar la Asamblea. Eso en origen era un desencuentro entre dos facciones del PSOE: la de 'Renovadores por la base', que se sienten engañados al nombrar candidato en el Ayuntamiento de Madrid, y después cuando se les dice que se les va a compensar en la Asamblea no cumpliendo con ellos a la hora de formar gobierno", relata Granados.

Y es que en su opinión, la verdad de lo sucedido reside en que "se produce una ruptura interna del PSOE y eso se agrava a raíz de que lo manejan muy mal". "A partir de que se produce esa ruptura, tuvieron muchos meses en que intentar negociar y hacerlos volver al redil, a la disciplina de grupo parlamentario, y no lo supieron o no pudieron hacer", señala.

En todo momento, el que fuera presidente de la comisión de investigación que pudieron seguir los madrileños en directo en sus televisiones asegura que Romero de Tejada, al que se vinculó con los 'traidores', era "absolutamente" inocente y lo desvincula de las acusaciones socialistas que lo relacionan con el origen de la trama.

"Las acusaciones al secretario general de que él había puesto en marcha todo esto se caen por su propio peso", asevera Granados, quien insiste en que los 'Renovadores por la Base', que encabeza José Luis Balbás, "llegan a un acuerdo interno en el PSOE para repartirse el poder" y "son engañados por el secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, y el entonces secretario de Organización, José Blanco, y "no sacan absolutamente nada de aquella historia".

En su opinión, lo que se hicieron los socialistas en la comisión de investigación es dar "muchos palos de ciego intentando buscar algo que tenían en casa". "Hicieron ir a declarar a gente muy diversa que nada tenían que ver unos con otros", critica y dice que, al final, "de aquello no salió nada porque detrás de todas aquellas informaciones no estaba el meollo de la cuestión", que estaba "en su propia casa", en la de los socialistas.

Además, sostiene que estas personas no han sacado "absolutamente nada" de esta decisión que adoptaron, al margen del "rechazo general de la opinión pública, de sus compañeros de partido y de todo el mundo". "No entiendo dónde está la participación de mi partido en todo esto. Nosotros no les hemos dado ninguna entrada en ningún gobierno, ni les hemos dado ningún tipo de compensación económica, ni nada", incide el popular en defensa del PP.

En lo que incide este parlamentario es en que esta comisión "sirvió para que los implicados --Eduardo Tamayo, María Teresa Sáez y José Luis Balbás-- "pusieran de manifiesto que lo único que había era una traición por parte de sus compañeros" y que esa "declaración se la habían pagado evitando que llegaran al Gobierno. Además, sirvió para "limpiar el nombre de mucha gente que había salido implicada" y que cuando acudió a la comisión "se vio que no tenían nada que ver con ellos".

UNA SESIÓN VIVIDA CON PERPLEJIDAD

En cuanto a la sesión del 10 de junio en la que se produjo la visualización de la "traición" de Tamayo y Sáez, Granados afirma que los populares vivieron los hechos con "mucha sorpresa" y "perplejidad" porque estaban seguros de que iban a pasar a la oposición, e incluso, apunta que ya habían organizado el grupo y distribuido los cargos.

"No tengo ningún dato para pensar que nadie de mi partido lo supiera, no tengo ninguna evidencia de eso, todo lo contrario, lo que vi es que el grupo parlamentario preparaba todo en la idea de que íbamos a pasar en la oposición", asegura Granados preguntado por si alguien de su Grupo tenía conocimiento de lo que iba a pasar ese día.

En cuanto a la actuación del ahora ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, considera que Gallardón quiso "mantener una posición institucional al margen de lo que estaba ocurriendo y desmarcarse algo que no era muy edificante desde el punto de vista del sistema democrático".

A ZAPATERO "NO LE INTERESA LLEGAR AL FIN DEL ASUNTO"

En cuanto a la postura que adoptó el secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, y la Dirección Nacional del partido en este tema, el popular afirma que es "lógico que a Zapatero no le interesara llegar al fin de este asunto porque llega a la Secretaría General de partido gracias al voto de José Luis Balbás y de los suyos" en el Congreso que el PSOE celebró el año 2000. "Supongo que no quería remover ese asunto y por eso, no lo manejaron bien", añade a renglón seguido.

"Yo me di cuenta enseguida de que no había marcha atrás esa misma semana cuando a las horas apareció Pepe Blanco y les empezó a llamar corruptos. Se veía que había una inquina, un enfrentamiento personal que no era sólo porque se hubieran ido del pleno, las líneas de comunicación se habían cortado y si había alguna esperanza para ellos, la acababa de dinamitar Pepe Blanco", asegura Granados.

Porque, a juicio del popular, el papel que jugó la Dirección del PSOE fue "absolutamente negativo para los intereses del PSOE en Madrid y fundamentalmente para los de Rafael Simancas". "Creo que la actuación del PSOE a nivel nacional fue definitiva para conseguir que al final el PSOE e IU no gobernaran en Madrid", asegura.

Sobre el papel que jugó IU, opina que "(José Antonio) Moral Santín ni la Caja (Madrid)" tenían "nada que ver" con lo sucedido y en este sentido, relata que él ha hablado con Romero de Tejada (presente en la entidad financiera) y que le ha dicho que "nunca tuvo ninguna conversación con Eduardo Tamayo".

TAMAYO VISITA SOL HACE TRES AÑOS

"No tengo ninguna duda de que el señor Tamayo no ha sacado del PP absolutamente nada. Tiene todo el interés en que Simancas no sea presidente. Eso es la verdad", asevera Granados, que recuerda que hace tres años Tamayo se presentó en la Puerta del Sol intentado ver a la expresidenta Esperanza Aguirre, que no le quiso recibir, por lo que lo hizo él.

Según expone, Tamayo le dijo que quería "alguna compensación económica porque su vida profesional y personal se había visto truncada como consecuencia de todos estos acontecimientos". En ese momento, relata, él lo puso en conocimiento de la presidenta, que, según asegura le dijo: "¿Qué tiene que ver esto con nosotros?"

Según señala, no ha vuelto a hablar con Tamayo, una persona que considera "muy fría". "Me pareció una persona muy fría, nunca se ponía nervioso y (estaba) absolutamente decidida a llevarse por delante a sus compañeros de partido", dice respecto a la visión que tiene de Tamayo y que ha obtenido fruto de las conversaciones que mantuvo con él durante las sesiones de la comisión de investigación. Ese momento también le llevó a pensar que Tamayo es una persona con "una animadversión tremenda hacia Rafael Simancas y hacia su partido".