El alcalde de Barcelona en funciones, Jordi Hereu, ha elaborado 22 enmiendas a los Presupuestos de la Generalitat, que se han incorporado a las del grupo parlamentario, ante la caída a la mitad de la inversión territorializada, y ha retado al futuro primer edil, Xavier Trias (CiU), a asumirlas.
En buena parte, las enmiendas, que él hace como grupo municipal socialista, van en la línea de que la ciudad no sufra recortes en inversiones en centros educativos y sanitarios, políticas de empleo ni infraestructuras, y pretende con ello que no se vea afectada como motor anticrisis.
Pese a seguir siendo hasta el 1 de julio alcalde en funciones, Hereu se ha puesto así la gorra de líder de la oposición municipal, asumiendo, según ha dicho él mismo este martes en rueda de prensa, una de las dimensiones de su "nuevo rol": velar contra cualquier paso atrás para Barcelona.
En concreto, ha explicado que de una inversión del año anterior de 1.338 euros por habitante se pasa a 682, por lo que además de la cifra cuantitativa, "el peso relativo del Barcelonès y Barcelona baja", ya que es una disminución del 49% y es superior a la de Cataluña.
Ante ello, ha afirmado que en pleno traspaso de poderes a Trias no quiere perder el tiempo ni las ocasiones de defender Barcelona, ya que el 2011 "no puede ser un año perdido si no ganado para la cohesión social, la lucha contra la crisis y todas las políticas relevantes".
Ha confiado en que todos los grupos parlamentarios las apoyarán porque, en su opinión, concitan los intereses de todos, y ha dicho que las ha presentado en "sentido positivo y propositivo para ayudar al futuro gobierno de la ciudad en la reclamaciones que pueda hacer".
"Les dejaremos la caja llena y las reclamaciones hechas, pero estas son de la ciudad de Barcelona, y espero que el próximo alcalde y gobierno las podrán defender y las harán suyas", ha deseado.
Además, ha confiado en que con ello una parte de las protestas de los 'indignados' "que se expresan fuera del Parlamento catalán podrán empezar a conectar con los trabajos que se realizan dentro".
Hereu se ve legitimado a presentar las enmiendas por las mociones que este año han aprobado Ayuntamiento y Generalitat contra los recortes, una bandera que como alcalde ha alzado desde el desembarco del nuevo Gobierno catalán.
"Tengo una obsesión: que Barcelona no se pare", ha defendido Hereu, y entre los proyectos que pide continuar figuran centros educativos --como la escuela Mediterrània y el instituto Angeleta Ferrer-- y las ampliaciones de los hospitales del Mar y Clínic.
Además, incluye construir las comisarías de los Mossos d'Esquadra de Sarrià y Sant Martí, incrementar a 800 --frente a las 600 anunciados-- el número de nuevas plazas de mossos para toda Cataluña, y no parar las tuneladoras de la Línea 9/10 del Metro y seguir con la instalación de ascensores en las estaciones existentes.
ÚLTIMO CARTUCHO: LEY OMNIBUS
Aunque Hereu ya actúe 'de facto' como jefe de la oposición, aún tiene un cartucho reservado como alcalde y ya ha presentado enmiendas --esta vez como Ayuntamiento-- a la Ley Omnibus de la Generalitat de simplificación administrativa.
Sobre la ley, cree que "también hay muchos comentarios a hacer desde Barcelona", y los explicará antes del pleno de constitución del nuevo consistorio del 1 de julio como Gobierno municipal, que forman PSC e ICV-EUiA, en defensa de la autonomía municipal.