La portavoz de ICV en el Parlament, Marta Ribas, ha pedido este lunes al nuevo presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, que abra el diálogo con los líderes políticos estatales para evitar "un choque de trenes" que cree que perjudicaría a los catalanes.
En rueda de prensa tras una reunión de la dirección del partido, ha especificado que al margen de mantener diálogo con el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, --al que no ha nombrado--, lo abra a "los líderes que tratan de hacer una mayoría alternativa de izquierdas".
"Para evitar el choque de trenes, la única solución viable social y política que es un referéndum", ha zanjado Ribas, que ha pedido a los agentes que usen el diálogo frente a la unilateralidad y el inmovilisimo.
Ha concretado que las primeras horas de Puigdemont son cruciales por lo que le ha emplazado a mover ficha porque la situación requiere "articular un espacio social y político amplio desde la izquierda, centrado en el derecho a decidir y en las políticas que estén a favor de la gente".
"100 DÍAS DE GRACIA"
Preguntada por si confían en que Puigdemont suponga un cambio en las políticas de CDC, ha contestado que "se le tienen que dar 100 días de gracia" para ver si tiene perfil propio, y ha dicho que sería importante que el nuevo Govern facilitase las relaciones con el Estado por los intereses de Catalunya.
Con todo, ha recordado que el grupo parlamentario del que forman parte, SíQueEsPot, votó en contra de su investidura porque "ICV nunca ha votado a favor de un presidente de derechas".
CUP
Se ha referido al acuerdo ratificado por la CUP que ha propiciado que un presidente de CDC lidere una vez más la Generalitat, y ha lamentado que el expresidente Artur Mas se refiriera al mismo como una "corrección" de los resultados obtenidos en las urnas, porque cree que refleja un concepto poco respetuoso con el voto.
En respuesta a si con ese acuerdo la CUP se alejaba de la confluencia de izquierdas para la que ha adelantado que ICV seguirá trabajando y tratando de ampliar, ha afirmado que es la CUP quien ha decidido pactar con CDC y que, ahora, tendrán que abordar el debate de si quieren sumarse a ese movimiento.
"La CUP ha tomado una decisión en forma de acuerdo político que ha hecho presidente a un miembro de CDC. Ahora tendrán que debatir y ver su altura de miras, para valorar el espacio de izquierdas", que ha recordado que se ha ido consolidando en las últimas elecciones.
Pese a ello, ha dicho no tener dudas de que con la CUP se seguirán encontrando en la calle defendiendo los derechos y la justicia social.