El mosso imputado por limpiar la sangre del empresario del Gaixample lo justifica por higiene

EUROPA PRESS 27/11/2013 16:23

El mosso d'Esquadra que ha declarado este miércoles como imputado por un presunto delito de obstrucción a la justicia ha justificado que limpió con agua por razones de higiene el charco de sangre que el empresario del Gaixample Juan Andrés Benítez había dejado en el suelo, y que murió horas después de la reducción policial.

En su declaración de casi dos horas ante el Juzgado de Instrucción 20 de Barcelona que investiga la muerte del vecino del Raval, el agente ha explicado que al ver que habían quedado rastros de sangre --después de haberla limpiado ya uno de sus compañeros--, lo limpió, como ha dicho que hacen siempre que hay una pelea.

Antes de echar el agua sobre la sangre, este agente colaboró para meter a Benítez en el coche policial cuando se estaba resistiendo, lo cogió por el brazo izquierdo mientras otro compañero lo sostenía por el derecho, y es entonces cuando creyó que la víctima fingía estar desmayada.

Sin embargo, fue cuando su compañero le hizo un 'punto de dolor' --pequeño golpe para reaccionar-- cuando vio que Benítez no reaccionaba; y ha justificado que después el SEM le dijo que se habían recuperado las constantes vitales, y luego limpió la sangre con tranquilidad.

Sobre su participación en la reducción que presuntamente provocó la muerte del vecino del Raval, este agente ha dicho que no participó porque llegó a la zona de refuerzo y que no vio prácticamente nada ya que se dedicó a ayudar a crear un perímetro para que los curiosos no se acercasen.

En su relato de los hechos ante la juez ha reconocido que vio a una mossa subir las escaleras de uno de los edificios, y las acusaciones sospechan que se trata del momento en que la agente fue a la vivienda a presionar para que los vecinos borrasen las fotografías que habían hecho de la reducción.

VERSIÓN POLICIAL

En su declaración ante la División de Asuntos Internos de los Mossos remitida a la juez, el agente ya manifestó que al ver que en el lugar que se había producido la actuación policial había una mancha de sangre tiró encima agua de una botella que tenía en el coche.

Sin embargo, la juez consideró en su auto de imputación que "ni por razones de salubridad, higiene o protocolos de actuación pueden justificar que unos agentes procedan al borrado o alteración" de unos rastros o vestigios de un posible hecho delictivo sin previamente preservarlo máxime cuando éstos se hubieran podido preservar con una fotografía.

No obstante, el mosso ha dicho este miércoles que no vio necesario ni tomar muestras ni sacar ninguna fotografía.