Según dijo el canciller costarricense, René Castro, una vez terminada la cumbre, al menos tres países -Argentina, España y Ecuador- se han mostrado dispuestos a formar parte de este grupo, más otros que no quiso citar hasta que sus gobernantes lo confirmen.
La presidenta Laura Chinchilla ha pasado menos de 48 horas en Mar del Plata, en las que ha concedido 18 entrevistas a medios internacionales y se ha reunido con los presidentes de Ecuador, Perú, Chile, Uruguay y República Dominicana, más la canciller española y los secretarios generales iberoamericano y de la OEA.
"Costa Rica no puede defenderse de otro modo que con el derecho internacional y la opinión pública; es lo único que nos queda", dijo Chinchilla en una de sus últimas comparecencias de prensa el sábado por la tarde, mientras su delegación repartía carpetas, dvds con vídeos y todo tipo de material para denunciar a Nicaragua.
Frente a esto, contrasta la actitud mostrada por la representante de Nicaragua, Albaluz Ramos, presidenta de la Corte Suprema de Justicia y enviada por el presidente Daniel Ortega a la cumbre de Mar del Plata, quien no ha dado ni una sola entrevista y se ha limitado a recordar hoy ante el pleno de la cumbre que no son foros como estos los apropiados para discutir sus litigios.
El pasado 18 de octubre, una draga en el río San Juan iniciada por los nicaragüenses provocó las protestas de Costa Rica por los efectos medioambientales, y ello derivó en el envío de 70 policías fuertemente armados a la zona, lo que fue replicado por Nicaragua con el envío de un contingente militar que según Costa Rica está invadiendo la Isla Calero, de su soberanía.
Según la versión costarricense, los nicaragüenses están desviando el curso del río San Juan y con ello invadiendo parte de la Isla Calero. El canciller nicaragüense, René Castro, sostuvo hoy que quedan unos setenta militares nicaragüenses en la Isla Calero "sin intención de salir de allí", según dijo a los periodistas en Mar del Plata.
La representante nicaragüense no quiso dar crédito a las acusaciones de invasión, y sostuvo en el plenario que su país que los soldados de su país no han hecho otra cosa que establecerse "en una pequeña área sedimentada del río San Juan".
Y en todo caso, Ramos descalificó la actividad de la delegación costarricense en Mar del Plata, con el argumento de que "pronunciarse en un foro como éste sería prejuzgar lo que tiene que decir el Tribunal de La Haya".
Fue Costa Rica la que recurrió en esta última crisis a la Corte Internacional de Justicia de La Haya, pero según el canciller Castro esa corte "es lenta", pues no ha convocado a las partes para una audiencia hasta el 11 de enero próximo.
La presidenta Chinchilla reconoció que su país está "elevando el tono" para hacerse oír, y anunció además una campaña por los países europeos para dar a conocer el problema.
Mientras tanto, Nicaragua no muestra ni prisa ni alarma y deja que el Tribunal de La Haya zanje el problema como hace con los demás conflictos limítrofes que existen en América y en el mundo.
Javier Otazu