La prueba, la decimosexta con este sistema, fue realizada esta mañana frente a las costas de Israel sobre el Mediterráneo, informaron fuentes de la empresa.
El cohete Arrow salió desde la base aérea de Palmahim e interceptó con éxito un cohete señuelo disparado a decenas de kilómetros desde un avión de la Fuerza Aérea.
A diferencia de las anteriores, en la de hoy tomó parte un radar estadounidense que alimentó el sistema con datos de un supuesto ataque con misiles balísticos contra Israel.
Se trata de un radar que mejora sustancialmente la capacidad de Israel de detectar ataques enemigos a larga distancia, lo que en la práctica permitirá un mayor margen de tiempo para alertar a la población civil.
Dentro de dos meses, Israel, que ve a Irán como su principal enemigo, realizará el mayor ejercicio militar de su historia para prepararse ante un eventual ataque con cohetes, incluidos los de cabeza no convencional.