Según informó el Ministerio de Interior, a las doce de la mañana local (10.00 GMT) sólo había votado para el referendo el 4 por ciento de los 51,5 millones con derecho a voto.
Respecto a las elecciones provinciales, a la misma hora había votado el 7,9 por ciento, mientras que el 12,57 lo había hecho para las municipales. Para estos comicios administrativos parciales están llamados 13 millones de italianos.
Para que el referendo, que está compuesto de tres preguntas, sea válido es necesario que vote la mitad más uno del censo, porcentaje que, según los observadores políticos, es difícil que se alcance.
Los italianos deben expresarse si rechazan tres puntos de la ley electoral: la atribución del premio de mayoría a la coalición de listas o a la lista más votada en la Cámara de Diputados y en el Senado y el que un candidato pueda presentarse a la misma vez en varias circunscripciones.
La actual ley garantiza "a la lista o coalición de listas" más votada la mayoría absoluta.
Si gana el sí, en las dos cámaras el premio de mayoría no será ya asignado a la lista o coalición de listas más votada, sino sólo al partido con más sufragios, y un candidato sólo podrá presentarse en un colegio, no como hasta ahora que podía hacerlo en todos y una vez celebrados los comicios decidía con cual quedarse.
Si gana el "no", la ley permanecerá como hasta ahora.
Los partidarios del "sí" mantienen que el cambio garantiza la gobernabilidad del país, ya que el partido más votado no tendrá que echar mano de otros para gobernar y puede desarrollar completamente su programa, evitando ser "chantajeado" por los eventuales aliados.
Los partidarios del "no" aseguran que si pasa el referendo puede darse el caso de que un partido con un porcentaje bajo de votos controle el Parlamento y que se pueda llegar, además, a una "deriva personalista".
La consulta ha dividido a los partidos y, sobre todo, a la coalición de centro derecha en el poder. Mientras el Pueblo de la Libertad, de Silvio Berlusconi, lo apoya, la aliada Liga Norte lo rechaza y ha pedido a sus electores que no vayan a votar y se marchen a la playa.
Y es que la victoria del "sí" supondría la pérdida de influencia de los pequeños partidos o de los de base regional, como es la Liga Norte, a la hora de formar una mayoría en el poder, de ahí su oposición.
La Liga Norte, que amplió espectacularmente sus votos en las elecciones europeas del 6 y 7 de junio, ha logrado que Berlusconi, cuyo partido sufrió un apreciable descenso de votos en esos comicios, no hiciera campaña electoral, por lo que el referendo ha pasado prácticamente desapercibido.
En la oposición, el PD apoya la consulta, pero con el objetivo de lograr después una más amplia reforma de la ley en el Parlamento, mientras Italia de los Valores (IDV), del ex magistrado Antonio Di Pietro, aboga por el "no" para evitar que se pueda acabar en un régimen presidencialista.
El democristiano UDC, uno de los pequeños grupos pide la abstención, ya que defiende el tradicional sistema proporcional y la mayor presencia de partidos en el Parlamento.
Respecto a los comicios administrativos parciales, todas las miradas están puestas en los ayuntamientos de Florencia y Bolonia, tradicionales feudos de la izquierda.
La primera vuelta de estos comicios administrativos parciales se celebró el 6 y 7 de junio y se impuso la coalición conservadora de Silvio Berlusconi.
Los colegios electorales cerrarán hoy a las diez de la noche (20.00 GMT), abrirán mañana a las siete (07.00 GMT) y cerrarán definitivamente a las tres de la tarde (11.00 GMT).