El ministro de Presidencia, Ramón Jáuregui, ha hecho un guiño a los 'indignados' asegurando que la economía no debe funcionar tan sólo según los designios de Wall Street, sino que deben ser los gobiernos quienes recuperen el protagonismo en la dirección del futuro financiero de los Estados.
En su intervención en unas jornadas de los socialistas europeos celebradas en Barcelona, Jáuregui ha afirmado que la crisis es una "oportunidad" para que la política gobierne sobre la economía y el mercado, algo que, a su juicio, es una demanda que también plantean los 'indignados'.
También en la línea del movimiento del 15M, ha pedido una nueva cultura de la fiscalidad basada en combatir los paraísos fiscales y en coordinar las políticas de los Estados, y ha advertido: "Se están produciendo cantidades inmensas de evasión fiscal".
Jáuregui ha alertado este lunes que existe un "euroescepticismo muy preocupante" por el que los Estados, ante los problemas que genera la crisis, plantean una renacionalización de las competencias que habían cedido para que las gestionara la UE.
"La construcción europea se basa en la renuncia del soberanismo. En todos los grandes ámbitos hay una reaparición del nacionalismo que está cuestionando los fundamentos mismos de la UE", ha sentenciado, por lo que ha reclamado a los Estados una apuesta fuerte por Europa para afrontar este fenómeno.
SOCIALISMO "VALIENTE"
Sobre el futuro de la socialdemocracia europea, ha apostado por reformular la gestión del Estado del Bienestar haciendo compatible la cohesión social y la sostenibilidad de las finanzas públicos, unas reformas que requieren que el socialismo europeo sea "valiente".
Jáuregui ha hecho autocrítica afirmando que una de las asignaturas pendientes de la izquierda es demostrar que puede gobernar bien la economía ya que, según ha dicho, la gente tiene la percepción que sabe "repartir" pero no tanto gestionar.