Jordi Sánchez, en prisión, ha instado a evitar las prisas y que el diálogo no termine con el encuentro de Pedro Sánchez con el presidente de la Generalitat, Quim Torra, el 9 de julio.
"Si somos capaces de orientar la búsqueda de unas buenas soluciones, no la tendríamos que estropear por la urgencia de una foto o un titular de caducidad asegurada" pese a la espectacularidad de la misma.
Sànchez, en un artículo publicado en el periódico 'Ara', ha alertado de que el Gobierno intentará llevar al independentismo a la negociación de competencias o inversiones --el popularmente llamado 'peix al cove'--, pero que no por ello debe renunciarse al diálogo: "Quien pretenda hacer saltar la banca de la otra parte en una sola jugada provocará el fin del juego sin ninguna ganancia para nadie".
"No vamos a dialogar para gustarnos a nosotros mismos", ha defendido, sino para buscar soluciones que quizás no se materialicen hasta el largo plazo, pero sin olvidar la persistente movilización ciudadana, que pide que siga.
"La sintonía entre una gran parte de la ciudadanía y los gobernantes en Cataluña ha sido clave, es clave", aunque ello haya conllevado que líderes soberanistas como él mismo se encuentren investigados y en prisión preventiva.
Sànchez y el presidente de Òmnium, Jordi Cuixart, ingresaron en octubre de 2017 en el centro penitenciario de Soto del Real por orden de la Audiencia Nacional, mientras se los investiga por presunta sedición por la manifestación que hubo en Barcelona frente a la Conselleria de Economía durante un registro policial.