La legislatura cerró con menos partidarios de quitar poder a las autonomías y más adeptos a no hacer cambios

EUROPA PRESS 07/01/2016 16:11

La encuesta, hecha pública este jueves, se basa en un total de 2.495 entrevistas personales y domiciliarias realizadas en 256 municipios de 50 provincias entre los días 1 y 11 de diciembre y tiene un margen de error de más/menos 2%.

LA OPCIÓN FAVORITA

El estudio revela que la opción de dejar el Estado autonómico tal y como lo conocemos se ha afianzado en los últimos cuatro años como la favorita de los españoles. De hecho, la mayoría de los encuestados (38,6%) así lo confirmó al cierre de 2015.

Un porcentaje que se ha incrementado en unos 8 puntos respecto a julio de 2012 --mes en que el CIS comenzó a incluir esta pregunta--, cuando esta respuesta se anotó un 30,8% y que alcanzó su máxima cota en noviembre de 2015 (40%) cuando el Parlamento catalán activaba el proceso independentista.

Por contra, los partidarios de devolver competencias al Estado han sufrido una importante caída en los últimos cuatro años. Así, del 39% que sumaban en 2012 los ciudadanos que apuestan por un Estado sin autonomías y con comunidades con menos competencias se ha pasado al 27,9% que se ha registrado al cierre de 2015.

En concreto, la legislatura ha terminado con un 17% de españoles que abogan por abolir el estado autonómico y un 10,9% que apuestan por uno en el que las comunidades tengan menos autonomía que en la actualidad.

LOS INDEPENDENTISTAS SE MANTIENEN

La encuesta también revela un leve repunte en estos cuatro años de los ciudadanos que abogan por incrementar las competencias que gestionan las comunidades (de un 12,3% hace cuatro años al 14,1% de hace un mes) y prácticamente un estancamiento de quienes son favorables a que las autonomías pudieran celebrar un referéndum de autodeterminación.

Esta última opción es la que menos variaciones ha experimentado en esta última legislatura. Tan sólo en noviembre de 2014 sufrió un importante incremento, cuando esta opción se anotó un 12,4%. Y lo hizo justo después de la manifestación con motivo de la Diada de 2014, en pleno apogeo del proceso soberanista por parte de Artur Mas.