El coordinador de Lokarri, Paul Ríos, ha afirmado que sería "deseable" que se produjera, "cuanto antes", un pronunciamiento "claro" de los presos de ETA que demuestre que, "al menos, comprenden ese sufrimiento que han padecido las víctimas de sus actos". Asimismo, ha indicado que la disolución de un organización como ETA es "compleja técnicamente" y, en otros casos, siempre se han producido contactos con el Gobierno.
En una entrevista a Onda Vasca, recogida por Europa Press, ha aludido al último pronunciamiento de los presos de ETA, en el que se mostraban dispuestos a estudiar la propuesta del Gobierno vasco pero no expresaban intención de arrepentirse.
Ríos ha afirmado que esa falta de arrepentimiento es lo que "echa en falta" y "no por una cuestión de que se necesario para que accedan a beneficios penitenciarios o para que se produzca el acercamiento", sino porque el colectivo de presos tiene que entender que una "revisión crítica de lo que han hecho y una empatía con las víctimas es necesaria para la convivencia de la sociedad vasca".
"DEBATE ABIERTO"
Según Ríos, esa es la "principal aportación" que tienen que hacer para el "futuro de la sociedad". "Creo que el debate lo siguen teniendo abierto, pero es cierto que para el conjunto de la sociedad ese debate se está produciendo con mucha lentitud y que sería deseable que, cuanto antes, pudiesen hacer algún pronunciamiento o tomar una posición clara que demuestre que, al menos, entienden, comprenden ese sufrimiento que han padecido las víctimas de sus actos", ha añadido.
En relación a la propuesta de desarme del Gobierno vasco, ha afirmado que no conocían el contenido exacto pero desde junio de 2012 ya se venía hablando de planteamientos "semejantes" no solo en las conversaciones que mantienen con el Ejecutivo, sino con facilitadores internacionales y otros partidos. Ríos ha afirmado que "estas ideas o semejantes" habían sido valoradas también por el Grupo Internacional de Contacto como "opciones para poder desbloquear la situación".
El responsable de Lokarri ha afirmado que esa propuesta es una "gran idea" y tiene capacidad para "reforzar la legitimidad que requiere un proceso de desarme", pero cree que la presentación fue "precipitada" y se podía haber presentado "al día siguiente y haberla comunicado antes al resto de partidos políticos" para abrir, "de esa manera, un cauce de acuerdo, de diálogo, de contraste".
Ríos ha reconocido que se pide "un acto de fe" en relación al tema del desarme y ha indicado que otros procesos de desarme en el mundo "tienen mucho de acto de fe". "Como tienen una parte importante de acto de fe, tienes que reforzar la legitimidad de las personas que estén participando en ese proceso de desarme", ha añadido.
El coordinador de Lokarri ha indicado que si, por ejemplo, los verificadores explicaran el mecanismo de verificación de sellado de las armas se enfrentarían a una posible imputación por parte de la Audiencia Nacional por colaboración con banda armada u ocultación de pruebas. "Para que el resto lo creamos y tengamos garantías, hace falta que esa legitimidad de las personas que participan en la verificación esté reforzada", ha añadido.
En concreto, ha explicado que en Irlanda se trabajó con una comisión internacional que hizo "un trabajo discreto" y a la vez participaron dos sacerdotes, que "eran dos personas de mucho prestigio en la sociedad irlandesa y a la que nadie podía discutir que aquello se estaba produciendo". "Es ese tipo de formatos lo que hace falta", ha señalado.
Preguntado por si cree que no habrá disolución de ETA mientras haya presos, Ríos ha indicado que se está hablando de la disolución de una organización con armas y hay que gestionar, por ejemplo, quién se queda con las armas. Tras indicar que él "no tiene una solución", ha apuntado que la cuestión del desarme es "complicada técnicamente" y también la disolución de organizaciones parecidas a ETA.
Ríos ha afirmado, ante quien dice que se disuelvan como, por ejemplo, hizo ETA político militar o las Brigadas Rojas, que hay que ser "honesto" y "reconocer" que, aunque sea "a través de servicios secretos, en todos los casos hubo contactos del Gobierno con estas organizaciones".
"Se presentó como decisiones unilaterales pero detrás hubo también ciertas negociaciones, decisiones sobre el futuro de las personas que estaban en esas organizaciones etc", ha señalado.
Ríos ha indicado que es un tema que hay que gestionar "bien" y, tras recordar que ETA político militar vendió las armas a ETA VIII asamblea, ha señalado que ese es "un ejemplo de lo que puede suceder , si no gestionas bien un desarme, de que haya alguien de ETA que decida vender esas armas a saber a quién".
ACUERDO DEL PARLAMENTO
Por ello, cree que hace falta abordar esta cuestión "con un poco más de cuidado" y, sobre todo, que haya desde las instituciones vascas y, desde el Parlamento vasco, "muy especialmente", un "acuerdo y compromiso claro sobre cómo afrontar esas cuestiones para darle un apoyo decidido tanto a los derechos humanos como al proceso de desarme".
En relación a las víctimas, Ríos ha afirmado que a una víctima de ETA "jamás se le va a poder restituir" porque es "imposible". "A quien le han matado un familiar o ha sufrido un daño gravísimo, volver a la situación anterior, es imposible y es imposible también que se pongan a defender todas ellas el proceso de paz", ha indicado.
El responsable de Lokarri ha manifestado que ello requiere una "evolución personal que no es exigible a las víctimas" y ha indicado que hay una serie de víctimas que han optado "por aportar al proceso de paz y de convivencia" y hay otras que "han optado por seguir vendiendo la idea de que ETA prácticamente sigue activa".
En concreto, ha recordado que la propia presidenta de la Asociación de Víctimas del Terrorismo dijo que el 2014 iba a ser el "peor" año para las víctimas cuando "no va a haber más atentados". A su juicio, eso es "legítimo y entendible" pero lo que "no es legítimo ni entendible" es que "un Gobierno como el del PP haga caso omiso" a las peticiones que le llegan de la sociedad vasca".