Lula dice que el Gobierno de Rousseff no dejará que "el coche salga de la pista"

"La compañera Dilma hará un extraordinario Gobierno y dará continuidad a lo que ella misma ayudó a construir", dijo Lula en el acto, que tuvo lugar en el estado nororiental de Pernambuco, según un comunicado de la Presidencia brasileña.

El mandatario agregó que el "coche ya está circulando a 120 por hora, ella puede aumentar a 130, puede reducir a 119 si se encuentra en una curva. La única cosa que no puede dejar es que nuestro coche salga de la pista, ni el tren salga de la vía".

Lula aseguró que "no todos los presidentes" han tenido el "placer de inaugurar la cantidad de obras" que él ha podido y agregó que se está recogiendo aquello que fue plantado "en momentos difíciles".

Una vez más, Lula hizo referencia a sus orígenes humildes y aseguró que se vio forzado a "demostrar cada día" que estaba capacitado para las labores de gobierno durante sus dos mandatos.

"Yo sabía que tenía que demostrar cada día, como sabía que tenía que respirar, que alguien salido del pueblo más humilde tenía las condiciones para gobernar igual o mejor que todos los doctores que pasaron por la Presidencia de la República", declaró.

El presidente dijo que la compañía italiana, que ya dispone de una factoría en el estado de Minas Gerais, establece su segunda unidad fabril en Pernambuco porque es "inteligente" y dispone de estudios sobre el desarrollo que está experimentando el depauperado nordeste brasileño.

La fábrica de Fiat se construye en el complejo industrial y portuario del municipio de Suape, en un área de 4,4 millones de metros cuadrados y está previsto que genere 3.500 empleos directos en 2014, fecha en la que estará operativa.

La factoría tendrá una capacidad productiva de 200.000 vehículos y se integra en el plan de inversión de Fiat en Brasil, que contempla un desembolso de 10.000 millones de reales (unos 6.000 millones de dólares) entre 2011 y 2014.

El presidente Lula abandonará el cargo el próximo sábado cuando entregará la Presidencia a Rousseff, en una ceremonia en Brasilia a la que han confirmado su presencia numerosos jefes de Estado y de Gobierno.