Mañana será juzgado por narcotráfico en la Audiencia Nacional "El Negro", 13 años después de su huida

EUROPA PRESS 14/01/2014 17:23

La Fiscalía solicita 60 años de prisión y multas que suman 414,7 millones de euros para el narcotraficante colombiano Carlos Ruiz Santamaría, alias "Carlos el Negro" y "Pelo pincho", cuya excarcelación y posterior huida en 2001 provocó un escándalo mayúsculo y la suspensión de un tribunal completo de la Audiencia Nacional. Mañana, trece años después de estos hechos comenzará a ser juzgado por la misma sección, la cuarta de lo Penal, junto a otros 2.070 miembros de su organización.

"El Negro" compareció el pasado mes de julio en la Audiencia Nacional después de ser entregado por las autoridades brasileñas. Será juzgado por su responsabilidad en la organización que fue desmantelada en 1999 en la denominada operación "Temple", en la que se incautaron más de 6 toneladas de este estupefaciente a bordo del buque 'Tammsaare' y se detuvo a más de medio centenar de personas.

"El Negro", quien en realidad no se apellida Ruiz Santamaría, sino Yenes, según informaron en su día fuentes jurídicas, fue detenido por narcotráfico en mayo de 2008 en Brasil y fue en febrero de un año después cuando se descubrió su verdadera identidad y se informó a España de su hallazgo.

Su huída en 2001, a dos días de ser juzgado por la Audiencia Nacional, motivó que por primera vez en su historia el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) expedientara y suspendiera por desatención a un tribunal completo -los tres magistrados que integraban la Sección Cuarta de lo Penal de la Audiencia Nacional-, quienes perdieron su plaza en este órgano, si bien dos años más tarde el Tribunal Supremo anuló la sanción y reconoció el derecho de dos de ellos a ser resarcidos por daños y perjuicios.

La decisión de los magistrados Juan José López Ortega, Carlos Ollero y Carlos Cezón de excarcelar a 'El Negro', tuvo su origen en la estimación de un informe del psiquiatra de la prisión que recomendaba la libertad del narcotraficante. La polémica generada llevó incluso a la Fiscalía a interponer contra ellos una querella por prevaricación, si bien ésta fue finalmente archivada.

Las resoluciones dictadas por el Tribunal Supremo en diciembre de 2004, pese a anular las sanciones impuestas a los magistrados, admitían que éstos adoptaron una "errónea decisión" al excarcelar a 'El Negro' atendiendo el informe del psiquiatra de la prisión de Valdemoro (Madrid), Ángel Hebrero, que señalaba que de seguir encarcelado había riesgo de que se suicidase.

OPERACIÓN TEMPLE

"El Negro" o "Pelopincho" fue el supuesto coordinador de la mayor operación de introducción de cocaína en España, que fue desbaratada por la Policía Nacional en julio de 1999. El Ministerio Público solicita para las 38 personas que se sientan a partir del próximo miércoles en el banquillo de los acusados de la Audiencia Nacional penas que van desde los 38 a los 60 años de cárcel y multas multimillonarias por varios delitos contra la salud pública.

Según el escrito de acusación provisional de la Fiscalía, en el verano de 1999 operó en España un grupo conformado por ciudadanos colombianos y españoles dedicado al transporte de ingentes cantidades de cocaína para su posterior distribución en el mercado clandestino español y europeo, siendo el Reino Unido uno de los principales destinatarios del estupefaciente.

El cártel adquiría en Bolivia y Perú el 70 por ciento de la base de coca y el 30 por ciento restante en Colombia, en zonas controladas por la guerrilla o las paramilitares, que percibían un porcentaje tanto de los cultiva dores como del Cartel por labores de seguridad.

La cocaína era producida en los laboratorios clandestinos que el Cartel tenía al efecto, donde se producía el secado de la sustancia y su empaquetado, al tiempo que se marchaba con un determinado logotipo cada paquete de cocaína, marca que serviría para conocer su origen y destinado.

El transporte intercontinental se efectuaba en grandes buques, denominados "nodriza" propiedad del Cartel, cargándose la mercancía a unas 100 o 150 millas en alta mar utilizándose lanchas rápidas o pesqueros. Para entrar en Europa los barcos tenían fijado un punto, que en caso de España se ubicaba entre Las Canarias y las Azores.

A partir de ese momento la organización actuaba a través de los miembros radicados en nuestro país, que contrataban a los diferentes grupos que iban a anticipar en el traslado de la droga desde el barco nodriza a tierra y del almacenamiento previo a la distribución. Desde ese punto se trasladaba a la ciudad de Madrid, donde la organización contaba con diferentes "bodegas" o "caletas" donde se guardaba la ilícita mercancía y de donde iban extrayéndose las cantidades que se precisaban.

"EL NEGRO" COORDINABA

Por lo que se refiere a "El Negro", recibía directamente de la cúpula de la organización las instrucciones, fechas, itinerario y coordenadas de los transportes a efectuar. Para su coordinación no sólo mantuvo reuniones y contactos con la gente de su grupo, sino también lo hizo "con otros grupos diferenciados de la comunidad gallega, que iban a participar en los ilícitos transportes".

En la madrugada del 4 de julio de 1999, a 960 millas náuticas al suroeste de las Islas Canarias se produjo el abordaje de la referida embarcación por funcionarios del Servicio de vigilancia aduanera "que por medio de lanchas neumáticas rápidas desde el buque Petrel se aproximan a la popa del 'Tammsaare' y tras lanzar una escala penetraron en su interior y procedieron a su intervención y conducción del buque hasta el puerto de Las Palmas de Gran Canaria.

A bordo del "Tammsaare" fueron hallados un total de 329 fardos que estaban ocultos en un habitáculo -de reciente construcción con ladrillos y cemento- ubicado bajo el suelo de unos servicios sanitarios situados en las proximidades de la popa, tapado con una losa de cemento. Se trataba de más de seis toneladas de cocaína de un a pureza de entre el 78 y el 90 por ciento "cuyo precio al por mayor en el mercado clandestino al que iba destinada hubiera alcanzado 235,8 millones de euros", según el escrito de acusación.