"Ambos mandatarios abogaron por la pronta reanudación de las negociaciones a seis bandas" para la solución de la crisis nuclear norcoreana, señala la declaración conjunta emitida al término de la reunión entre ambos líderes.
El documento insta a todos los participantes en las negociaciones multipartitas a "cumplir con las obligaciones contraídas en la declaración de Pekín" de febrero de 2005, en la que Pyongyang se comprometió a suspender su programa nuclear a cambio de ayuda económica y suministros energéticos.
Además, "expresaron su seria preocupación por la situación en la península coreana y subrayaron que la resolución 1874 adoptada por el Consejo de Seguridad de la ONU busca fortalecer el arreglo político-diplomático del conflicto".
"Rusia y China se muestran dispuestos a facilitar una reducción de la tensión en la región de Asia Nororiental y se pronuncian por continuar los esfuerzos de todas las partes para regular el conflicto por medios pacíficos", reza.
En cuanto a la crisis nuclear iraní, el documento señala que "Rusia y China subrayan que el arreglo de la situación en torno al programa nuclear iraní es posible sólo por métodos políticos-diplomáticos".
"Es necesario recuperar la confianza de la comunidad internacional en el carácter exclusivamente pacífico del programa nuclear iraní", apuntó.
Moscú y Pekín instan a "proseguir los esfuerzos para el comienzo del proceso negociador con Irán con el fin de encontrar una solución mutuamente aceptable para el problema nuclear iraní".
Ambos países se han opuesto siempre al aislamiento de ambos regímenes debido a sus ambiciones nucleares, que Occidente considera una amenaza para la seguridad mundial.
Medvédev y Hu se entrevistaron la víspera con el presidente de Irán, Mahmud Ahmadeineyad, durante un foro regional en Rusia en el que felicitaron al líder iraní con motivo de su reelección, que ha suscitado denuncias opositoras de fraude y protestas en el país persa.