Nada más conocerse la tragedia en el recinto del Madrid Arena, una foto en la que aparecía Miguel Angel Villanueva abrazado al organizador de la fiesta, Miguel Ángel Flores, supuso ya una gran losa para su credibilidad. La supuesta relación de amistad con el empresario y las acusaciones de trato de favor, no se hicieron esperar. Para empeorar su situación, el vicealcalde dio por buena desde el principio las explicaciones del organizador y echó la culpa de todo a un petardo. Desde ese día Villanueva estaba tocado. Al día siguiente se apresuró a declarar que denunciaría a Flores si había mentido, pero ya era tarde. La investigación confirma las mentiras de Flores y las irregularidades salpican a otros concejales. Y hasta a la propia alcaldesa que se queda un poco más sola al frente de la crisis del Madrid Arena