En su declaración ante el tribunal de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Baleares, la acusada ha negado de forma tajante que hubiera un reparto de dinero a cambio de decantar el proceso en favor de la empresa catalana, ya que "no sabía ni que el terreno se llamara Can Domenge, por lo que es imposible. Nunca he tenido nada que ver con este tema".
Preguntada por el fiscal anticorrupción Juan Carrau, la expresidenta de UM ha afirmado que tampoco controlaba las finanzas del extinto partido regionalista, sino que una vez al año se le informaba al respecto. Según ha apuntado, de este ámbito se encargaba sólo el exconsejero de Economía del Consell Miquel Àngel Flaquer, "y muy bien, por cierto", ha apostillado.
Al mismo tiempo, al ser inquirida sobre si pidió explicaciones cuando en los registros practicados en Sacresa, en 2010, se halló información privilegiada del concurso, ha manifestado que no las solicitó "a nadie" ya que entonces era presidenta del Parlamento balear "y las relaciones con los miembros del partido no eran fluidas. Los expresidentes solemos molestar".