La Guardia Civil ha dado el golpe en la mesa. Los 17 detenidos, entre ellos dos menores de edad, sobrepasaron el límite del insulto y el mal gusto para entrar de lleno en la humillación a diferentes víctimas del terrorismo. Muchos de esos mensajes recogían manifestaciones vejatorias hacia Miguel Ángel Blanco, el concejal secuestrado y asesinado por ETA en 1997, o hacia Irene Villa, herida muy grave en otro salvaje atentado ocurrido seis años antes. Lo más leve son los mensajes con vivas a la banda terrorista, aunque en ocasiones también iban acompañados de peticiones de nuevos atentados. Este tipo de comentarios están desde hace más de diez años tipificados en el Código Penal como enaltecimiento del terrorismo, delito castigado hasta con dos años de cárcel. Interior asegura que la operación está abierta. Se siguen investigando cuentas y perfiles desde los que se han enviado numerosos mensajes de este tipo. Incluso no se descartan nuevas detenciones.