Era un clamor su silencio. Las dudas sobre su futuro, las negociaciones para armar un Gobierno de gran coalición entre PP, PSOE y Ciudadanos, el apoyo o la abstención a un Ejecutivo liderado por Rajoy. Nada se sabía de su postura; solo han hablado los barones del partido. Por eso su falta de presencia hacía aumentar los temores y crecer los rumores sobre lo que estaba pasando.
Ahora, una foto captada en un chiringuito de la playa de Mojácar, en Almería, nos da una dimensión más prosaica de lo que ha ocurrido. El líder socialista parece haberse tomado unos días de descando junto a su mujer y sus hijas en este pueblo de la costa almeriense en donde tienen su residencia habitual de veraneo antes de volver este martes a retomar su agenda de trabajo con los líderes regionales del partido con los que irá pulsando la postura del PSOE de cara a la posible investidura de Mariano Rajoy.