El régimen FIES, que se aplica en las cárceles españolas desde 1996, hace referencia a los Ficheros de Internos de Especial Seguimiento. Actualmente, se siguen las instrucciones establecidas en un Real Decreto de marzo de 2011.
Según la instrucción del Ministerio del Interior, a la que tuvo acceso Europa Press, estos ficheros son "una base de datos que fue creada por la necesidad de disponer de una amplia información sobre determinados grupos de internos de alta peligrosidad, en atención a la gravedad de su historial delictivo o a su trayectoria penitenciaria".
Dentro de estos ficheros, hay cinco niveles: FIES-1 (Control directo); FIES-2 (Delincuencia Organizada); FIES-3 (Bandas Armadas), FIES-4 (Fuerzas de seguridad y funcionarios); y FIES-5 (Características Especiales".
Según fuentes jurídicas, Antonio O.M. ha sido clasificado en el nivel 5, en el que se incluyen a "diversos grupos de internos que dadas sus características criminológicas o penitenciarias, precisan de un especial seguimiento".
Se trata de internos con "un historial penitenciario de alta conflictividad, evasiones o violencia grave". Y se incluye, como sería el caso de Antonio, a presos autores de delitos graves contra las personas, la libertad sexual o relativos a corrupción, que hayan generado alarma social.
El presunto pederasta de Ciudad Lineal ingresó en prisión el pasado septiembre. La Policía le acusó de cinco delitos de agresión sexual, dos tentativas de homicidio, dos intentos de secuestro y allanamiento de morada. La jueza María Antonia de Torres decretó su ingreso en prisión, sin especificar los delitos.
Desde que ingresó en prisión, se encuentra en una celda en el módulo de Enfermería y cuanta con un preso de confianza que le acompaña las 24 horas del día. Desde que se le detuvo a día de hoy, según su propio abogado, sigue defendiendo su inocencia.