Peres pide al nuevo Parlamento israelí la paz con los palestinos en esta legislatura

EFE 24/02/2009 09:06

En su discurso de inauguración de la decimoctava Kneset, la cámara legislativa de Israel, Peres citó la paz con los palestinos como uno de los "retos importantes" que afronta el Estado judío y abogó por "continuar las negociaciones con los palestinos hasta que se alcance un acuerdo".

"Va contra nuestros principios gobernar a otro pueblo y va contra nuestra experiencia ser gobernados por otros", declaró.

El diálogo con la Autoridad Nacional Palestina (ANP), lanzado en noviembre de 2007 en la Conferencia de Annapolis (EEUU), se encuentra interrumpido desde la ofensiva militar israelí en Gaza concluida el 18 de enero con un balance de unos 1.400 palestinos muertos y 5.500 heridos.

"Respondimos al fuego con el fuego", dijo en alusión a ese ataque, "pero el cese de la violencia debe lograrse por medio de la negociación".

Al final de su intervención, Peres advirtió a los legisladores de que tendrán "la opción de elegir" durante su mandato "entre la fácil inacción y las concesiones dolorosas".

El llamamiento de Peres en pos de la paz con los palestinos estuvo mezclado con referencias religiosas -"nuestros valores morales están grabados en los Diez Mandamientos"- y loas al Ejército israelí, que calificó de "ejemplar" y "defensivo".

La constitución de la nueva Kneset se produce mientras los diferentes grupos políticos negocian la formación de una coalición de Gobierno bajo la batuta del líder del conservador Likud, Benjamín Netanyahu, quien recibió ese encargo de mano de Peres el pasado viernes.

El Parlamento inaugurado hoy es el resultado de las elecciones del pasado 10 de febrero, en las que los seis partidos de derecha, de extrema derecha y de carácter religioso lograron 65 de los 120 diputados de la cámara.

Los 55 diputados restantes corresponden a cuatro formaciones de centro o izquierda y a otras dos que representan a la minoría árabe, que supera el millón de personas.

La mayoría derechista ha proporcionado a Netanyahu la posibilidad de formar Gobierno, pese a que obtuvo 27 diputados en esos comicios, uno menos que el Kadima de la ministra de Asuntos Exteriores, Tzipi Livni.

Netanyahu tiene hasta el 20 de marzo para armar una coalición, más dos semanas suplementarias si así lo requiriese.

El líder del Likud se debate entre formar un Gobierno de unidad nacional con el Kadima, más otros partidos, o aliarse con las formaciones religiosas y de derecha radical, contrarias a las concesiones territoriales al pueblo palestino.

En este sentido, el presidente de Israel pidió hoy un "amplio Gobierno de unidad nacional", en línea con las demandas que escuchó en sus reuniones con las doce formaciones políticas que integran la flamante Knesset.

Likud y Kadima sumarían 55 legisladores, pero necesitarían el apoyo de partidos como el Laborista (13 escaños), el ultranacionalista Israel Beitenu (15) o el ultra-ortodoxo sefardí Shas (11) para ser mayoría en una Kneset con apenas un 22 por ciento de mujeres.

Ambos líderes están presionados en el seno de sus respectivos partidos para sumar fuerzas en un Gobierno de unidad nacional que dé estabilidad a Israel de cara a sus dos principales preocupaciones: la crisis financiera internacional y el programa nuclear iraní.

Livni, no obstante, ha dejado claro que prefiere la oposición a integrar un Ejecutivo de derechas que no apueste por la paz con los palestinos.

El ministro de Transportes y ex rival de Livni en las primarias del Kadima, Shaul Mofaz, recalcó hoy que los ciudadanos de Israel no dieron a su partido la mayoría en la Kneset para que acabe fuera del Gobierno.

En principio, la titular de Exteriores rechaza también sumarse a un Ejecutivo sin rotación de primeros ministros, una fórmula que emplearon en los años ochenta los entonces líderes del Partido Laborista, Simón Peres, y del Likud, Isaac Shamir, para resolver otro empate virtual en las elecciones.