"Rabeh", el recluso de origen libio, era conocido por su estrecha relación con acciones terroristas vinculadas al movimiento yihadista global. Además, manifestaba su voluntad de participar en atentados al abandonar la prisión de Brians, así como "interés en la compra de armas y fabricación de explosivos y posibles lugares como objetivos".
Rabeh trataba de realizar su cometido e inmediatamente al salir de prisión se puso en contacto con el resto de investigados, argelinos residentes en la ciudad Condal. Sin embargo, su macabro plan no pudo efectuarse al ser captados por la Comisaría General D'informacio de los Mossos D'Esquadra, que había rastreado su "perfil radical yihadista" durante el último año.
De esta forma, los Mossos detuvieron este martes a un total de 17 personas, de las que tras testificar cinco pasaron a disposición del Juzgado Central de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional, que dirigía el operativo.
Según el conseller de Interior de la Generalitat Miquel Buch, esos investigados se encontraban en "avanzado estado de radicalización y tenían la convicción y el propósito de atentar", aunque no poseían medios para llevarlo a cabo, y "formaban parte de una organización criminal que había hecho del delito su 'modus' de vida" a través de robos y hurtos.
Los responsables de la 'Operación Alejandría' tenían antecedentes policiales por hurtos, en su mayoría a turistas, a quienes sustraían objetos que después vendían. En los registros los Mossos encontraron dinero, joyas, droga y ordenadores y teléfonos pendientes de analizar, de acuerdo a la Fiscalía.
El juez Manuel García Castellón dirigió el interrogatorio de estos cinco el miércoles por la tarde y todos negaron relación alguna con el yihadismo como un posible ataque. Tres de ellos sí reconocieron que tenían una identidad falsa y se dedicaban a robar a los turistas.
Por su parte, la Fiscalía de la Audiencia Nacional solicitó que todos fuesen enviados a prisión. Sin embargo, esta petición fue denegada por el magistrado, que dictaminó que tres ingresaran en la cárcel sin fianza por delito de integración en organización terrorista yihadista y otros dos salieran en libertad con la prohibición de abandonar el país y la obligación de entregar su pasaporte y comparecer periódicamente en un juzgado.
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