El PSC homenajea a Ernest Lluch en el décimo aniversario de su asesinato

AGENCIA EFE 20/11/2010 18:02

El que fuera ministro y diputado socialista fue asesinado por ETA el 21 de noviembre de 2000 en el aparcamiento de su domicilio en Barcelona, cuando regresaba de dar clase en la universidad.

Junto a Montilla y Rubalcaba, al cementerio de Maià de Montcal han acudido también el conseller y candidato del PSC por Girona, Joaquim Nadal, la consellera de Salud, Marina Geli, y el senador Lluís Maria de Puig.

En Girona, antes de iniciar un mitin, Rubalcaba ha destacado que hoy es un día "agridulce" para todos los españoles, pero en especial para los socialistas y ha señalado que hay cosas que la memoria y el paso del tiempo "las difumina, las borra", aunque otras no, las acentúa más.

"Y a mi con el recuerdo de Ernest me pasa eso, no me olvido de él, me acuerdo más de su inteligencia, cercanía y capacidad intelectual", ha asegurado.

Rubalcaba ha recordado a Lluch como un "conversador infatigable", un socialista "de los pies a la cabeza" pero, ante todo, una persona "afable".

El ministro, que fue director general del Ministerio de Salud cuando Lluch era ministro, ha querido compartir con todos los socialistas una anécdota que hasta ahora sólo había contado a la hija de éste.

Ha explicado que ambos mantenían una relación muy buena y compartían aficiones, aunque tenían "unas pequeñas diferencias futbolísticas", pues Lluch era del Barça y él, del Real Madrid.

Y Lluch tenía la "malísima costumbre", ha comentado, de llamarle por teléfono siempre que al Barça le iba bien y mal al Madrid.

"Cada lunes me machacaba", ha ironizado, tras lo que ha rememorado que un lunes le telefoneó a las ocho de la mañana -"era insultantemente madrugador"-.

Pero en aquella ocasión no le llamó para hablar de fútbol, sino para decirle que tenía una nota encima de la mesa en la que decía que se había descubierto "una cosa fantástica para la caída del pelo". Al cabo de unas horas, Rubalcaba recibió un paquete de parte de Lluch con el citado fármaco.

"Me acuerdo de cómo se llamaba", ha comentado el dirigente socialista, que ha apostillado que, obviamente, la pócima no funcionó.

Rubalcaba ha recordado también que Lluch fue un gran político al que le tocó vivir "épocas de grandes cambios", en las que se lograron grandes retos, como la sanidad para todos o la escolarización obligatoria.

Por su parte, el conseller Joaquim Nadal ha explicado que estando en Maià ha visto una nueva plaza ante la iglesia y, bajo el campanario, en medio de las piedras, "una pequeña higuera de tres ramas intentando abrirse espacio a la vida".

"Es como una metáfora de la lucha por la vida y la libertad, de lo que representa salir adelante cada día, trabajar fuerte, duro, con cosas concretas, y tener un horizonte de esperanza para la gente", ha dicho Nadal.

"El rato que hemos estado en Maià se te encoge el corazón, te entra una profunda tristeza, la misma que la noche que conocimos la muerte de Ernest, y a la vez una enorme gratitud por el esfuerzo personal, intelectual, político y gerundés que nos dedicó Lluch", ha señalado.