El portavoz socialista en el Ayuntamiento de Madrid, Jaime Lissavetzky, ha afirmado este martes en declaraciones a Europa Press que la capital sigue "a la cabeza de la deuda española" por gastos "superfluos" como los 122 millones en publicidad institucional desvelados por el Tribunal de Cuentas. A su juicio, este "tirón de orejas" al alcalde pone de manifiesto su "mala gestión" y sus gastos "superfluos".
Todo ello después de que se conociera un informe del Tribunal de Cuentas, en el que se señala que el Ayuntamiento de Madrid cargó con el 56,75 por ciento de lo invertido en publicidad institucional por las seis principales ciudades del país. En concreto, Madrid gastó en esos años 122,19 millones de euros en publicidad y propaganda, el doble que Barcelona (unos 61 millones). Muy lejos quedan Sevilla (10,14 millones), Málaga (9,96 millones), Valencia (7,85) y Zaragoza (4,06 millones).
Para Lissavetzky, los datos del Tribunal de Cuentas son "una fotografía de la mala gestión de Alberto Ruiz-Gallardón". "Estas cifras explican por qué Madrid está a la cabeza de la deuda de todas las ciudades con gastos en publicidad y propaganda, en contratación de altos cargos, en gastos superfluos", ha añadido.
Para el socialista, el informe da "un tirón de orejas y un suspenso a la gestión de Alberto Ruiz-Gallardón", a lo que suma que "muchos contratos no fueron por la vía de la transparencia en las adjudicaciones al emplear a empresas municipales para esas contrataciones o en otras ocasiones por no hacer la suficiente publicidad para la contratación".
SUSPENSO DE NOTA
Eso supone, en palabras del edil, un "suspenso tanto en cantidad como en calidad por la falta de transparencia". "Madrid está a la cabeza de las ciudades con deuda y luego vienen los llantos y se dicen que hay que bajar la deuda. ¿Cómo? Haciendo que paguen los madrileños, sin distinguir entre quienes tienen más y quienes tienen menos", ha criticado el concejal.
En este sentido, Lissavetzky ha añadido que el "catastrazo" ha sido el "debut" de Gallardón en esta legislatura, tras recordar la introducción de la Tasa de Basuras en la pasada, "sin distinguir entre quienes tienen más y menos dificultades".
"Una gran deuda, despilfarro en el gasto, aumento de la presión fiscal... Es la síntesis de lo que ha supuesto la gestión de Alberto Ruiz-Gallardón", ha apuntado Lissavetzky.