Quiroga reconoce que "las confianzas" con PNV se han "roto" tras lo sucedido en Vitoria y aboga por "recomponerlas"

EUROPA PRESS 21/06/2015 11:40

La presidenta del PP vasco, Arantza Quiroga, ha reconocido que "las confianzas" con PNV se han "roto" tras lo sucedido en el Ayuntamiento de Vitoria al hacerse el jeltzale Gorka Urtaran con la Alcaldía y desplazar al popular Javier Maroto, pese a haber encabezado la lista más votada. No obstante, ha abogado por "recomponer" las relaciones y ha lamentado que el lehendakari, Iñigo Urkullu, "solo hable del PNV y del PSE para referirse a la estabilidad", algo que "puede servir" en Guipúzcoa y Vizcaya, pero no en Álava.

En una entrevista concedida al diario El Correo, recogida por Europa Press, líder del PP vasco considera "muy bueno para la regeneración, que necesita el Partido Popular como el comer", que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, haya nombrado a Javier Maroto vicesecretario sectorial.

Tras señalar que, al tomar una decisión se tiene que pensar en el día siguiente, Quiroga cree que al PNV "le tiene que compensar mucho para haber forzado de esa manera el cambio" en el Ayuntamiento de Vitoria.

"Tiene que tener una estrategia. Decir: 'tengo todo el poder, solo me falta esto y me sale gratis. Al menos a corto plazo, porque ya se verá más adelante", apunta, al tiempo que cree que lo que refleja la decisión de desbancar a Maroto de la Alcaldía es "ambición de poder" del PNV.

EL LEHENDAKARI

En esta línea, incide en el hecho de que el lehendakari, Iñigo Urkullu, "solo hable del PNV y del PSE para referirse a la estabilidad, es su gran mantra". A juicio de Quiroga, esto puede servir en Guipúzcoa y Vizcaya, pero no en Álava. "Ahí hay otra cosa que no dicen claramente y que va más por ese poder", defiende.

Preguntada por cómo están las relaciones entre PNV y PP, reconoce que cuando sucede algo como lo acaecido en el Ayuntamiento de Vitoria, "lo primero que te pide el cuerpo es romper las relaciones y fastidiarles allí donde podemos", pero insiste en que así no se construye nada.

"Está claro que las confianzas se han roto y que habrá que recomponerlas", manifiesta, para añadir que "podemos tomar nota, y lo hacemos, pero, luego, hay un día a día que hay que gestionar".

Asimismo, cree que lo ocurrido en Vitoria le pasará factura al PNV porque su discurso en la capital alavesa es "muy complicado, ya que el suyo no es un alcalde que querían los ciudadanos" y han ido "en contra".

En este contexto, subraya que a la formación jeltzale una de las cosas que "más le importa" es la influencia que puede tener en Madrid, pero considera que no ha tenido en cuenta que el panorama ha cambiado y "hay otros partidos bisagra, que no son ellos, con los que se pueden conformar mayorías".

"RENOVACIÓN"

Quiroga, que reconoce que no se ha planteado dimitir tras las elecciones y niega que esté "aferrada a la silla", apunta que el mal resultado electoral no se debe "a una sola causa y, seguramente, habrá cosas que yo no he hecho bien", por lo que "cada uno debe asumir su parte".

"Probablemente, yo no he sido capaz de trasladar el proyecto del partido con más eficacia. Y ahí lo que tengo que hacer es poner toda la carne en el asador", expresa.

Por último, apuesta por una "renovación de la actitud" del PP vasco y "no tanto de personas". "Somos los que somos y a eso le tienes que sacar chispas", concluye.