La instrucción del "caso Gürtel" a cargo del juez Baltasar Garzón, del que ayer se conocieron más detalles a través de la entrevista a El País del anterior sastre del presidente valenciano, Francisco Camps, no debe "distraer" al PP de "lo fundamental", la labor de oposición a un PSOE del que no se sabe ya qué apoyos tiene en el Congreso tras las elecciones gallegas y vascas del 1 de marzo.
Camps, no obstante, no ha asistido al cónclave porque debía atender en su comunidad diversos compromisos de agenda, y lo mismo le ha sucedido al presidente electo de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, aunque a él la asistencia se la ha impedido el viaje de regreso de Sudamérica, en donde ha estado estos días con la colonia gallega.
Con todo, toda la directiva del PP ha respaldado al presidente valenciano, al igual que la vicesecretaria de Organización, Ana Mato, ambos supuestamente relacionados con la trama empresarial del caso Gürtel.
En su intervención, el presidente del PP ha recalcado que su partido defenderá "la honorabilidad" de todos los militantes porque son "inocentes mientras no se demuestre lo contrario", así que acto seguido ha puntualizado que "si se prueba que alguno ha hecho cosas inaceptables", la dirección popular "actuará en consecuencia".
Y ha reiterado que el PP "no se ha financiado ilegalmente" y "no ha recibido un euro de las personas" imputadas o detenidas por Garzón.
La dirección del Partido Popular entiende que la instrucción, y con ella todas las "filtraciones", responden a una campaña orquestada contra la formación, y por ello, como ha subrayado Rajoy, seguirá exigiendo responsabilidades ante el Poder Judicial y explicaciones por determinadas actuaciones policiales contra algunos de sus cargos.
Porque, ha sentenciado el líder popular, la Justicia, con el caso Gürtel, ni es "imparcial" ni da "apariencia" de serlo.
Aquí ha detenido las alusiones a la investigación de Garzón y ha comenzado a arengar a los integrantes del PP para ganar las elecciones europeas del próximo mes de junio.
Lo ha hecho tras indicar que el pasado 1 de marzo el PP logró sus objetivos en Galicia y en el País Vasco: recuperar la Xunta en la primera y aparecer como fuerza "decisiva" para el cambio en la segunda, lo que de concretarse, ha dicho, sería "uno de los acontecimientos políticos más importantes desde 1980".
Todo ello, a su entender, ha erigido al PP en un partido que "no se hunde nunca", a pesar de las circunstancias "imposibles" que les ha tocado afrontar -alusión al caso Gürtel- en las campañas gallega y vasca, y en una formación que "ha recuperado la centralidad de la vida política española", y por tanto, en la gobernabilidad.
Y ha vaticinado la clave del éxito futuro del PP: "En este nuevo ciclo político que se abre, quien se instale en ensoñaciones políticas, sean o no de salón, se alejará más de la gente, es lo que le ocurre a José Luis Rodríguez Zapatero, y quien se pegue a la calle y a la realidad, aunque podrá equivocarse, acertará en lo fundamental".
El Gobierno, ha dicho, se encuentra "sin ideas" y sin apoyos, "parece que lleva cien años", y al PP le corresponde decir que "hay una alternativa", que asumirá "el testigo" cuando llegue el momento porque ése es el "reto": "Sacar a España del marasmo en el que la ha metido Zapatero".
El primer paso es ganar las europeas, para cuya campaña el PP ya tiene coordinadora, Ana Mato, y sobre cuyo programa Miguel Arias Cañete llevará la batuta.
Ante la Junta Directiva intervinieron, además de Rajoy, el presidente del PP vasco, Antonio Basagoiti, quien ha exigido "compromisos políticos" al PSE-EE para que apoye a Patxi López en su posible investidura como lehendakari, entre ellos, cambios en Interior, en la televisión pública y en educación.
El secretario general del PPdeG, Alfonso Rueda, ha informado de las gestiones de su partido para formar Gobierno en Galicia, en tanto que la número dos del PP, María Dolores de Cospedal, ha defendido a los militantes relacionados con el caso Gürtel.