El responsable de víctimas del Ministerio del Interior advierte de que es probable que ETA nunca pida perdón

EUROPA PRESS 03/10/2011 18:26

El director general de Apoyo a las Víctimas del Terrorismo del Ministerio del Interior, José Manuel Rodríguez Uribes, considera que ETA está recorriendo sus últimos pasos hasta su desaparición definitiva. Sin embargo, advierte de que "es probable" que la banda "nunca pida perdón por el inmenso daño causado en estas décadas".

"Algún día la recordaremos como una pesadilla tan horrible como incomprensible. Y es probable que ETA, como tal y más allá de casos individuales, nunca pida perdón por el inmenso daño causado en estas décadas, porque exigiría una grandeza y una hombría de bien de la que carece", explica Uribes en un artículo publicado en la revista de la Fundación de Víctimas del Terrorismo, recogido por Europa Press.

A su juicio, ETA es ya una organización "anacrónica" que se encuentra "más débil que nunca" y está "contra las cuerdas, sin apenas apoyo social". Además, celebra que los empresarios vascos pueden ahora dedicarse "sólo a su tarea sin necesidad de mirar atrás" y destaca los "meses y meses" sin actos de 'kale borroka' y más de dos años sin asesinatos terroristas.

Pese a ello, advierte de que el Gobierno no debe ser triunfalista porque aún está la amenaza del terrorismo yihadista y porque, además, la derrota de ETA el mérito es también de todas las instituciones democráticas, los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado y las víctimas, "que han resistido cívicamente con dignidad y grandeza durante muchísimos años".

LAMENTA NO HABER LOGRADO UNIDAD DE LAS ASOCIACIONES

Uribes repasa los últimos años de atención a las víctimas del terrorismo y destaca la imprescriptibilidad de los delitos de terrorismo con resultado de muerte, el programa de localización de víctimas, las subvenciones a las asociaciones y colectivos o la nueva ley de víctimas del terrorismo.

En este contexto, asegura sólo lamentar no haber logrado "mayor unidad, que no uniformidad" entre las asociaciones de víctimas. "La pluralidad es buena, reflejo de la democracia, pero no es la división, la discordia o la desconfianza", explica antes de apuntar como "tarea pendiente" recomponer "las complicidades entre demócratas, entre las asociaciones de víctimas y de éstas con el gobierno legítimo de España, tenga el color político que tenga".