Rusia y Estados Unidos mantienen la segunda ronda de negociaciones de desarme

AGENCIA EFE 01/06/2009 16:48

Las conversaciones comenzaron el pasado 19 de mayo en Moscú y tienen como objetivo renovar el acuerdo para reemplazar el Tratado de Reducción de Armas Estratégicas (START) que expira el 5 de diciembre de este año.

Una fuente estadounidense confirmó a Efe que la jornada fue productiva pero que por expreso deseo de Washington no se daría información concreta "sobre la substancia".

"En principio, vamos a mantener el sigilo, por lo que no se esperan declaraciones públicas", expresó la fuente, quien agregó que ni tan siquiera se puede informar sobre quién acompaña a los dos jefes de delegación.

La delegación norteamericana la encabeza la subsecretaria de Estado Rose Gottemoeller, y la rusa el director del departamento de Seguridad y Desarme de la Cancillería, Anatoli Antónov.

Las negociaciones se celebraron hoy a puerta cerrada en la misión rusa antes Naciones Unidas en Ginebra, y está previsto que el martes tengan lugar en la misión estadounidense.

Fuentes rusas aseguraron que las conversaciones podrían durar 2 días, en lugar de los tres previstos, si se logra avanzar de forma suficiente en el programa.

Está previsto que lo primeros resultados concretos se desvelen durante el encuentro que mantendrán los presidentes de ambos países, Barack Obama y Dmitri Medvedev, respectivamente, en Moscú entre el 6 y el 8 de julio.

El START 1, firmado en 1991 y que entró en vigor en 1994, logró la reducción de un tercio los arsenales nucleares de ambos países.

Mantenido en punto muerto durante los 8 años de la era Bush, la nueva administración estadounidense ha elegido el desarme como la punta de lanza de las nuevas relaciones con Rusia.

De hecho, el pasado viernes, la Conferencia de Desarme de la ONU logró acordar, tras 13 años de discusiones, una agenda de trabajo, gracias, al desbloqueo de Washington.

En su primer encuentro en Ginebra, los cancilleres Hillary Clinton y Sergueï Lavrov, escenificaron su entusiasmo por lograr la renovación del tratado de aquí a final de año.

No obstante, no va a ser un trabajo fácil, dado que Rusia sostiene que en el nuevo acuerdo debe quedar excluida toda posibilidad de desplegar armas ofensivas estratégicas fuera de los territorios nacionales, con lo que el polémico escudo antimisiles estadounidense no podría instalarse en la República Checa y en Polonia como quiere Washington.

Clinton ha reiterado que el escudo visa neutralizar posibles ataques con misiles por parte de Irán y evitar que armas atómicas caigan en manos de terroristas.

Además, habrá que discutirse la posibilidad de emplazar armamento en el espacio y los planes de desarrollar cargas no nucleares para los misiles balísticos intercontinentales.

Asimismo, está claro que la reducción de arsenales estratégicos no será radical, pues ninguna parte está preparada para ello.

El futuro acuerdo buscará niveles de reducción de armas menores que en el actual Tratado de Moscú sobre Reducciones de Armamento Estratégico Ofensivo de 2002, que estipula que para 2012 ambas potencias tengan un máximo de entre 1.700 y 2.200 cargas nucleares.