El sindicato Andaluz de Trabajadores pretendía ocupar otra finca que en parte iba a ser subastada por la Audiencia Nacional y que es propiedad de Mario Conde. Lo que no esperaban, tal vez, es que el exbanquero saliera en persona a recibir a los manifestantes. Y claro se ha liado. Conde ha intentado argumentarles que la tierra ya es productiva y que el viejo latifundio ahora es una explotación que genera riqueza y jornales para muchas familias. Los representantes del SAT no han querido creérselo y aunque en esta ocasión no han ocupado las tierras se han despedido amenazando con que volverán para quedarse.
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