El presidente de la Sala de lo Penal del alto tribunal, Juan Saavedra, será el ponente de la resolución que confirme o bien modifique la que dictó la Sección Cuarta de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional.
Este tribunal impuso a Vidaurre, sin antecedentes penales, una pena de un año de cárcel y otra de siete años de inhabilitación absoluta. La sentencia señalaba que la colocación de esas imágenes demostraba que el recurrente que "aprobaba" y veía "loable" los actos de los etarras fotografiados, por lo que pretendía homenajearles.
Pese a que la Audiencia Nacional no acreditó que el acusado rellenara el texto de las pancartas --en las que se reclamaba la salida de prisión de los etarras--, la participación en la confección y exhibición de las mismas en septiembre de 2010 en el recinto de fiestas de Galdakao (Vizcaya) fue considerada suficiente para atribuirle un delito de enaltecimiento.
La condena se basó en la pericial que demostró "sin duda alguna" la autoría de Vidaurre. El análisis lofoscópico arrojó sus huellas en la parte adhesiva del papel-celo que sujetaba las pancartas. "Sólo aquel que desenrosca y pega la cinta es el que ha podido dejar esas huellas en la zona pegajosa", atestiguó un perito durante el juicio.
La sentencia de la Audiencia Nacional también recordaba que el acusado reconoció su presencia en el recinto ferial y que fue detenido al mes siguiente de los hechos por su presunta integración en la organización terrorista Segi. Añade que en la colocación de las pancartas se aprovechó "la oscuridad de la noche", como afirmó una testigo, y que se escogió un lugar con afluencia de público para "incrementar su exaltación".